Políticas

23/3/2020

Hospital Houssay: aplausazos que evidencian la crisis del hospital

En Vicente López

Los y las trabajadoras del Hospital Houssay de Vicente López realizaron un “aplausazo” con el objetivo de protestar frente a las autoridades debido a las condiciones en las que se veían obligados a trabajar. Para dar algunos ejemplos: hasta la semana pasada, la dirección del hospital ordenaba escatimar en el uso de barbijos, negaba las licencias a personal con patologías coronarias, diabetes, oncológicos y embarazadas, seguía utilizando el fichero como elemento regimentador a pesar de que la frecuencia del transporte público había disminuido, entre otras.


Con el aplausazo del personal se consiguieron las licencias para aquellos trabajadores que sufren las patologías que figuran en el decreto presidencial y también para las embarazadas. El fichero sigue funcionando pero con el compromiso de que no se descontará el presentismo ni contarán las llegadas tarde y además se ordenó una compra extraoridinaria de 10mil barbijos.


Una crisis que se agudiza


El Hospital Municipal Bernardo Houssay, al encontrarse en uno de los distritos con mayor recaudación del país, cuenta con una amplia cantidad de servicios. Este es uno de los motivos por los que recibe una enorme cantidad de pacientes pertenecientes a otros municipios, excusa que utilizan tanto las autoridades del hospital como del municipio para explicar el rápido colapso de las instalaciones del mismo.


La falta de insumos es una constante en todo el sistema de salud que se ve profundizada en el Houssay por la situación de pandemia que atraviesa el planeta y que empuja a los profesionales de la salud, administrativos, mantenimiento e higiene, a realizar tareas de riesgo sin los elementos profilácticos y de prevención necesarios.


A pesar de que Vicente López cuenta con una recaudación multimillonaria (es uno de los distritos con las tasas de ABL más elevadas de la provincia, tiene un “eficiente” sistema de grúas que recaudan millones diarios, cuenta con parquímetros en espacios públicos, entre otros) no destina lo necesario para el correcto funcionamiento del hospital municipal. Por dar un ejemplo, se suspenden o postergan decenas de cirugías al año por falta de mantenimiento del equipamiento tecnológico de los quirófanos.


La situación de sus trabajadores y pacientes


La enorme lucha que llevaron a cabo los residentes de los hospitales porteños a fines del año pasado, evidenciaron que sin su trabajo, no hay hospital. Los servicios del Houssay en su mayoría están conformados por residentes, con un salario de $33000 y por concurrentes, que no sólo no perciben salario alguno, sino que tampoco cuentan con ART y que se ven obligados a realizar jornadas extensísimas de trabajo. Muchas horas al día los servicios quedan completamente a cargo de este personal, sin presencia de médicos de planta ni jefes, aumentando el peso y la presión del trabajo.


Párrafo aparte merecen las y los enfermeros. Con el colapso de las salas, se ven obligadas a hacerse cargo de más de 10 pacientes por cada una, y encima, por falta de personal y de un salario acorde a las necesidades de una familia, muchas veces deben hacer doble turno profundizando el stress, la superexplotación laboral y perjudicando la correcta atención de los pacientes.



Una importante cantidad de trabajadores del hospital se encuentran tercerizados: el servicio de limpieza e higiene, el de alimentación de pacientes internados, el de mantenimiento y el de seguridad son algunos ejemplos. Todos ellos cobran salarios de hambre y garantizan, en condiciones de extrema precariedad, el funcionamiento estructural y básico del hospital.


Los administrativos integran el gremio de trabajadores municipales que cobran, como mucho, $25 mil mensuales y cumplen jornadas de 9hs diarias, siendo la cara visible de la desidia a la que empujan las autoridades y el gobierno del distrito al hospital.


La amenaza del coronavirus


En este cuadro, el agravamiento de la pandemia en Vicente López haría que el hospital colapse en cuestión de minutos. La unidad de internación de terapia intensiva cuenta con siete (7) camas que ya están ocupadas por pacientes con otras patologías. El número de terapistas es insuficiente y ni hablar del de enfermeras. Además, los trabajadores denuncian que no se cumplió correctamente con el protocolo de infectados por Covid-19.


La dirección plantea que se están haciendo entrevistas para reforzar estos sectores pero al día de la fecha, 20 días después de los dos primeros casos positivos en este distrito, todavía no hubo ninguna contratación nueva. Se plantea también la “reorganización” de las salas y los espacios, pero con el mismo material y personal estas medidas serían como la mayoría que aplica Jorge Macri en el distrito, puro humo.


La importancia de la organización frente a la desidia


Las autoridades del hospital y del municipio con Jorge Macri a la cabeza, no sólo ocultan la realidad del hospital sino que obligan a todo el personal a trabajar en estas condiciones nefastas. El intendente y sus funcionarios se jactan del “hospital que tenemos” pero no usan ninguno de sus servicios porque tienen acceso a la medicina privada.


La pandemia pone de manifiesto el abandono y el vaciamiento sistemático por parte del Estado nacional, provincial y municipal de los hospitales. El ejemplo de las y los trabajadores del Houssay evidencia que ante la profundización de la crisis del sistema de salud, la única salida es la organización independiente de quienes ponen el pecho frente a los problemas que el capitalismo es incapaz de resolver.