Los atropellos de las petroleras a distintas comunidades mapuches asentadas en tierras de yacimientos hidrocarburíferos, es una política de larga data. La contaminación de suelos y subsuelos, y la mortandad de animales de crianza y granja es moneda corriente, y hasta malformaciones animales y humanas tienen evidente relación con esa contaminación de tierras y aguas subterráneas que luego es utilizada para consumo.

En estos días, en momentos que el gobernador Rolando Figueroa se encontraba en Houston prometiendo más privilegios impositivos, baja de regalías y su apoyo incondicional al capítulo hidrocarburífero de la llamada Ley de Bases, la empresa YPF S.A. avasalló el territorio de la comunidad Newen Kura asentada en zona de Vaca Muerta.

Sin consentimiento de dicha comunidad, y mediante una represión policial que se llevó detenidas a dos mujeres autoridad mapuche, ingresaron al territorio. La respuesta de la Confederación Mapuche del Neuquén se expresó a través de una dura denuncia contra el gobierno nacional y provincial, patentizada en una pancarta que reza “Houston tenemos un problema” dirigida al gobernador neuquino que se hallaba en tierras texanas.

Papeles, ¿tan solo papeles?

La excusa oficial es que la comunidad Newen Ruka no tiene personería jurídica, anteponiendo la necesidad del reconocimiento del mismo Estado que los reprime y los avasalla, como si la preexistencia de sus antepasados en esos sitios no fuera un hecho histórico objetivo.

Para el capitalismo, reducir la realidad a un trámite administrativo es una forma de manipular derechos a partir de su dominio del Estado burgués. El desconocimiento de la comunidad es parte de esa manipulación, en función de que la lucha del pueblo mapuche ha conquistado, aún en el terreno de las normativas, que toda acción sobre los territorios de comunidades debe hacerse sobre la base de una consulta previa autorizada por cada comunidad. Para el Estado y las empresas eso es letra muerta en muchos casos o, como ocurre en este, no se reconoce existencia real de la comunidad para aplicar tales normas.

En el terreno del derecho como norma, el Estado es juez y parte (a favor de los capitalistas). Por eso es tan importante que a los derechos conquistados los defendamos y ampliemos con la lucha y organización independiente del Estado, todo el régimen político y los partidos patronales. La Confederación tiene la oportunidad de unificar con las y los obreros petroleros una acción común garantizando el paro del 9 de mayo y la movilización en Neuquén.

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