Políticas

7/7/2007|899

Hurlingham, el Cromañón de Acuña


Decenas de vecinos con cáncer en perímetros de cuatro cuadras (gracias a los transformadores de PBC y los talleres de cromados), el broncoespasmo como pandemia infantil, empresas que todavía se dedican a inyectar los afluentes de los pozos ciegos en las napas freáticas, la petrolera Soulier en pleno barrio obrero… son sólo pinceladas generales del cuadro de descomposición ambiental en que se encuentra el distrito de Hurlingham, atravesado por el arroyo Morón, declarado “el más contaminado del mundo” por la OMS.


 


Considerando que esta situación afecta las condiciones de vida de toda la población (y sobre todo de la más empobrecida), el Polo Obrero, desde la Sociedad de Fomento de J. Newbery, sacó un volante denunciando el cuadro de podredumbre ambiental e invitando a una charla con una compañera toxicóloga del Inta.


 


El sábado a la tarde, 30 vecinos de J. Newbery, Villa Alemania y Parque Quirno debatimos cómo imponerle al intendente Acuña un pliego de reclamos.


 


Ahí mismo se confeccionó el petitorio para hacerlo firmar por los demás vecinos y así masificar el movimiento, para poder movilizarnos con mayor contundencia al Municipio. También se discutió convocar a asambleas por barrio, organizar una comisión interbarrial, hacer un festival para recaudar plata para hacer los análisis o exigírselos al Municipio… y seguían las propuestas. Nos juntaremos todos los sábados a las 18:30 horas en el predio de la Sociedad de Fomento. Ya hay repartidos centenares de volantes.


 


Pero Hurlingham no constituye una realidad aislada; lejos de desentonar con el resto del conurbano bonaerense, quizás sea una de sus expresiones más extremas junto con Ezeiza y el Polo Petroquímico del Docke. Así como se flexibilizan los derechos laborales, la flexibilización del tratamiento de los desechos industriales responde a la lógica capitalista de maximizar ganancias disminuyendo al mínimo los costos de producción, con la absoluta complicidad de los gobiernos de turno, que han dejado zona liberada para que ello ocurra en los barrios periféricos.


 


Ante esta situación, todos los bonaerenses, pero en especial los habitantes de Hurlingham, no tenemos más perspectiva que organizarnos en asambleas contra el gobierno municipal para arrancarle nuestras reivindicacione, por lo menos hasta que podamos poner en pie una alternativa obrera y socialista que tenga por prioridad defender nuestras condiciones de vida contra la podredumbre capitalista.