Días atrás se realizó una importante movilización contra el cobro del peaje en los puentes carreteros que unen a Neuquén y Cipolletti. Su concreción, cuando las obras están casi terminadas y el inicio del cobro del peaje es inminente, fue la resultante de una intensa lucha política librada por el Partido Obrero.

La inminencia del cobro del peaje por parte de las empresas que construyeron el nuevo puente sobre el río Neuquén, a la vera del viejo, significa un duro golpe al bolsillo de miles de trabajadores —especialmente cipoleños— que diariamente cruzan el puente para trabajar en la vecina orilla, al igual que para los centenares de estudiantes que cursan en la UNC, y para miles de personas que, por diversas razones, se trasladan entre ambas localidades (algunos cálculos plantean que 30.000 automóviles circulan diariamente sobre el puente). La bronca de los vecinos por este nuevo saqueo se convirtió en absoluta indignación cuando trascendió que las empresas adjudicatarias también cobrarían peaje sobre el viejo puente de 1938. Sucesivas jornadas de agitación permitieron constatar el estado de ánimo de la población, dispuesta a movilizarse y luchar por sus derechos.

Paralelamente, una Multisectorial que se había armado por el tema del peaje, con notoria influencia filo-frepasista (Corriente de Militantes, Frepaso, etc.), se apresuró a expedirse en “contra del peaje en el puente viejo” … ¡con lo que objetivamente aceptaban el cobro del mismo en el puente nuevo! Consecuentes con esta postura, subordinaron cualquier movilización a las ‘gestiones’ que realizaron ante las autoridades municipales de ambas localidades, “que en esta lucha debemos considerar aliados”. Finalmente, la movilización salió gracias a la pelea desarrollada en solitario por el PO y pese al boicot final de la Multi (en vez de marcha, “caravana de autos”; no hacerla en las casillas —símbolo de peaje— sino en el puente viejo; marchar “sin banderas”, etc.). Rompiendo todas estas proscripciones, el PO llevó a la marcha la principal columna organizada, y le imprimió con su presencia y sus cánticos (“ponga huevos … no queremos el peaje ni en el viejo ni en el nuevo”) una tónica de lucha y no de conciliación con los “municipios aliados”, quienes para desazón de sus viudas de la Multi, terminaron “aceptando como inevitable el cobro del peaje en ambos puentes”, luego de una “cumbre” sostenida por ambos (La Mañana del Sur, 24/2). Sólo están dispuestos a gestionar una rebaja en el mismo.

No debemos cejar en la lucha emprendida, y al calor del nuevo alza popular en la provincia, volver a organizar la enorme repulsa popular contra este nuevo robo al bolsillo de los trabajadores.