Políticas

22/11/2017

Indec: salarios y jubilaciones no cubren la canasta de pobreza

Todos a la marcha del 6 de diciembre. Abajo el paquetazo anti-obrero.


Los siempre cuestionados datos del Indec indican que la canasta básica de pobreza alcanzó en octubre a los $15.676, con una suba del 1,5% respecto del mes anterior. Esto frente a un salario mínimo de $8.860 y un ingreso promedio de $12.883 para los obreros y empleados en relación de dependencia y los por cuenta propia (monotributistas y autónomos), según datos del mismo instituto oficial.


 


Eso es lo que provoca que, según el informe periódico preparado por la Universidad Católica Argentina (UCA), casi un 33% de los argentinos está ubicado bajo la línea de pobreza.


 


Además, el informe del Indec indica que, en lo que va del año, el alza en los precios ya superó el 19%, es decir que, cuando faltan dos meses para que finalice el 2017, ya quedaron detrás o fueron alcanzados los porcentajes firmados en varias de las paritarias.


 


Es decir que no solo no permitieron recuperar el promedio de 10 puntos perdidos en el 2016, sino que volverán a hacer perder poder de compra en el 2017. Esto sin que a la burocracia de ningún color se le haya movido un pelo ni haya planteado la reapertura de las paritarias o un aumento de emergencia.


 


Al mismo tiempo se conoció el valor de la canasta básica de los adultos mayores elaborada por la Defensoría de la Tercera Edad, que alcanza para octubre a los $17.523, cuando la jubilación mínima alcanza hoy a los $7.246, es decir apenas un 40% de los ingresos mínimos que requiere para vivir y que cobra más dela mitad de los 6 millones de jubilados.


 


La destrucción de los ingresos jubilatorios seguirá incrementándose con el proyecto oficial enviado al Congreso que actualizará las jubilaciones e marzo un 5%, cuando la inflación en estos próximos cinco meses, de acuerdo con distintas proyecciones será superior a ese porcentaje miserable que, además, santificará la pérdida en los haberes del 2016 y del 2017.


 


Esta degradación del nivel de vida de trabajadores y jubilados requiere de una respuesta enérgica. El sindicalismo combativo llama a la marcha del próximo 6 de diciembre para enfrentar el salvaje ajuste oficial. Y a un paro y movilización el día que se vote la reforma laboral en el Congreso. Son dos citas de honor. 


 


 


 


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