Ante una demanda presentada por una asociación civil de “Consumidores Financieros”, el gobierno ha decidido avalar las manipulaciones estadísticas de Guillermo Moreno.

Ocurre que la entidad denunció en la Justicia un daño a los bonistas afectados por la falsificación de los datos de la inflación del orden de los u$d 18 mil millones. Los principales perjudicados por la maniobra son los jubilados, ya que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses tiene en su poder bonos ajustados por CER –un coeficiente que se actualiza por la inflación oficial– por  u$d 13 mil millones. Según los denunciantes, el perjuicio a los jubilados ronda los u$d 14.300 millones (La Nación, 8/2).

Frente a la denuncia de Consumidores Financieros, el ministerio de Hacienda contestó: "Negamos por inexacto e improcedente que se hubiesen estructurado índices falsos, que ello haya sido referencia para una gran cantidad de inversiones privadas de diversa naturaleza y que ello hubiera generado un gran menoscabo en los respectivos rendimientos financieros durante nueve años". La Nación completa la información con el siguiente dato: “el juez Rodolfo Canicoba Corral podría sobreseer a Moreno con aval de Mauricio Macri” (ídem). Asegura que el gobierno quiere evitar abrir la puerta a nuevos juicios de bonistas. ¡Pero el 77% de los bonos indexados por el índice de precios manipulado por Moreno están en la Anses! En realidad, lo que el gobierno no piensa hacer es resarcir a los jubilados, a los que acaba de manotear otros $100 mil millones con la reforma previsional.

Los “campeones de la transparencia” se aprestan a indultar a Moreno y su patota, al cabo de años de demagogia vociferando contra la manipulación del Indec.

Se completa de este modo el desfalco iniciado con los canjes de Kirchner-Lavagna, en 2004, cuyo gobierno le reconoció a los buitres que compraron bonos en default por centavos el 50% del valor nominal de la deuda defolteada –con lo que los especuladores hicieron ganancias del 60 al 200%– y les ofreció suscribir un cupón atado al crecimiento del PBI que fue la frutilla de la torta, ya que repartió varios miles de millones de dólares adicionales entre los especuladores. Mientras las usinas oficiales aseguraban que las andanzas de Moreno en el Indec tenían por objeto pagarle menos a los buitres, ocurría lo contrario: la subestimación a la baja de la inflación sobredimensionaba el crecimiento del producto bruto, que en los papeles alcanzaba “tasas chinas”, según la expresión en boga por aquellos años. Entre 2008 y 2011, debido a esta manipulación, los especuladores embolsaron un adicional de u$d 3.190 millones (La Nación, 5/12/11).

Finalmente, el tándem Moreno-Boudou benefició a los banqueros que tenían en su poder bonos ajustados por CER con un canje por bonos ajustados por Badlar, cuando las tasas de interés ya superaban el 20% anual. Así fue como la Anses absorbió los bonos ajustados por CER, finalmente, a expensas de los fondos de los jubilados.

El gobierno de los campeones de la transparencia pide inmunidad para Guillote. Felicitaciones. Han hecho juntos un gran trabajo.

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