Políticas

16/1/1996|480

Indulto para nadie

El Mtp debe rectificar su posición

Con independencia de las informaciones poco claras de que el MTP habría estado negociando durante largo tiempo con el gobierno, a través del Movimiento Ecuménico, el indulto de los compañeros presos por los acontecimientos de La Tablada, los comunicados en los que reclama que el indulto se extienda a Gorriarán Merlo, nos obligan a ratificar nuestra oposición contra el indulto y a reclamar al propio MTP que lo repudie.


No puede haber equívocos. El indulto es el instrumento del imperialismo y del gobierno para ‘blanquear’ a los criminales de la dictadura y a sus aparatos represivos, y constituye de un modo general el instrumento del menemismo para garantizar la impunidad de los represores ‘democráticos’ en las actuales circunstancias. El decreto de indulto del cual se está hablando ahora, tiene por objetivo resolver la situación del cuerpo represivo carapintada de Seineldín. Hay que ser muy ciego para no ver en esta medida la ratificación del reaseguro para los aparatos represivos y sus miembros. El indulto significa, ni más ni menos, que el sobreseímiento sin juicio de los represores que asesinaron a varios militantes en la represión contra el asalto al cuartel de La Tablada.


La defensa de los derechos políticos de los militantes detenidos del MTP pasa por otro plano: los vicios e irregularidades, tanto judiciales como políticos, que produjeron su condena, el acto de piratería internacional que permitió el encarcelamiento de Gorriarán Merlo; y la justicia de toda lucha contra la opresión, incluso si su metodología o política es condenada por la mayoría de los partidos o militantes populares.  Existe una acción internacional para hacer valer esos derechos, incluso ante las cortes de justicia internacionales.