Políticas

19/9/2023

Inflación a la canasta: ¿cómo pegó la devaluación de Massa?

El costo de la primera, que define la línea de pobreza, se ubicó en $284.687 y el costo de la segunda, que mide la línea de indigencia, trepó a $130.590.

Canasta básica.

El Indec dio a conocer los valores de la canasta básica total y de la canasta básica alimentaria correspondientes al mes de agosto, la cual obtuvo una variación mensual del 17% y 14,3% respectivamente, por encima del índice de inflación. El costo de la primera, que define la línea de pobreza, se ubicó en $284.687 y el costo de la segunda, que mide la línea de indigencia, trepó a $130.590. Esto significa que, en agosto, gracias especialmente a la devaluación de Massa, la canasta básica se encareció $35.725, bastante arriba del bono que se cobró recién en septiembre como “compensación” a los trabajadores.

El costo de la canasta básica total, la cual contempla ropa, transporte y servicios, además de los alimentos, tuvo una variación interanual de 137,7% y acumula un 86,7% en lo que va del año, un incremento mucho mayor al de cualquier paritaria. El monto del salario mínimo ($118.000), que funciona como referencia para el mundo del trabajo precario (en ascenso), y el de la jubilación mínima, incluyendo los bonos, se encuentran muy por detrás de la canasta de indigencia.

Por otro lado, el costo de la canasta básica alimentaria, cuya medición solo tiene en cuenta el precio de los alimentos, subió un 137,7% interanual y un 85,7% en lo que va del año. Con esta suma de dinero, una familia trabajadora de cuatro integrantes apenas puede garantizar la reproducción de su existencia. En este contexto, asimismo, la jubilación mínima quedó casi 25 puntos por detrás del incremento acumulado de esta canasta.

El hecho de que los incrementos en las canastas hayan superado incluso a los niveles de inflación es resultado de las políticas fondomonetaristas oficiales: devaluación, tarifazos, pago de la deuda externa, emisión monetaria para pagarle intereses a la banca, beneficios cambiarios a las patronales sojeras, etc. Es lo que le hace el caldo gordo a Milei, que aprovecha la situación crítica que se cierne sobre la población para presentar como innovador un programa de guerra contra la clase obrera, con el que no terminará con la pobreza sino que la agravará.

Los trabajadores debemos organizarnos de manera independiente y luchar por una recomposición general de los salarios, que tienen que estar en sintonía con el costo de la canasta familiar medida por ATE Indec (que tiene en cuenta el costo del alquiler), hoy en poco más de $380.000.

El Partido Obrero le ha planteado al movimiento popular la necesidad de organizar un congreso de todos los sindicatos y organizaciones sociales con mandato de bases que delibere cómo llevar adelante una pelea en este sentido y cómo avanzar hacia un paro nacional y un plan de lucha por todas las reivindicaciones. Un primer pasó en ese sentido será movilizar al Consejo del Salario el 27 de septiembre, exigiendo un salario mínimo igual a la canasta básica.

https://prensaobrera.com/politicas/contra-la-devaluacion-del-salario-minimo-movilicemos-al-consejo-del-salario