Políticas

14/6/2022

Inflación del 29,3% en el acumulado de los cinco primeros meses y caída del consumo

El promedio de mayo se ubicó en 5,1%, y los precios vuelven a ganarle a los salarios.

Crisis de consumo.

Con los datos oficiales de la inflación para el mes de mayo, en un 5,1% promedio de aumento, el acumulado de los cinco primeros meses asciende a 29,3%. Con paritarias que promedian el 60%, en cuotas, los salarios se la ven negra contra una proyección anual de los precios de más del 70%.

El Indec dio a conocer los números del Índice de Precios al Consumidor, los cuales reflejan un aumento interanual de los precios del 60,7%, y un 64,2% interanual para los alimentos. Para el mes de mayo, se destacan las subas en salud (6,2%), transporte (6,1%) y prendas de vestir y calzado (5,8%).

La escalada de los precios por encima de los salarios y de los ingresos populares está dando lugar a una contracción en el consumo de bienes de consumo masivo. Según la consultora Focus Market, en mayo el consumo cayó un 6,7% interanual, acumulando un número negativo durante los cuatro meses.

Todo lo que sube… y lo que baja

La caída del consumo se destaca en algunos alimentos como yogures, puré de papas, té, chocolate, flanes, harinas premezcla y congelados de pollo. También en la carne que, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), se encuentra en 47,8 kilos per cápita anuales: el menor registro de los últimos 100 años.

En la zona metropolitana el desplome es más fuerte, llegando al 11%, lo que ilustra respecto al deterioro económico de franjas enteras de la población trabajadora que habita en el Amba.

Esto, incluso, empezó a notarse en una desaceleración de la recaudación fiscal asociada al consumo, en los últimos meses. Todos datos que demuelen la tesis oficial de que los “salarios le estarían ganando a la inflación”.

Lo que registran las consultoras privadas es que cae el consumo, principalmente, en aquellos productos que integran las canastas de los niveles socioeconómicos más bajos: es decir, lo que necesita la clase trabajadora.

Paritarias mediocres

La burocracia sindical, de los distintos gremios, se ha lanzado a “celebrar” el cierre de paritarias que oscilan entre el 55 y 65%, en varias cuotas, como un triunfo reñido ante la inflación. Se trata de una operación de corto alcance, refutada por la realidad inmediata.

En la mayoría de los casos, la medición interanual de los aumentos no supera la inflación para el mismo periodo. Cabe agregar que las estimaciones privadas, y el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el Banco Central, colocan la suba de precios anual por arriba del 70%, lo que liquida los salarios a futuro.

Por fuera del sector registrado, los salarios de los trabajadores no registrados llevan casi 15 puntos porcentuales de atraso, con un aumento interanual del 41,6% para el mes de marzo. Algo similar a lo que ocurre con el salario mínimo, que se encuentra en niveles de indigencia, y cuyo aumento del 45% en cuotas agrava más la pérdida para millones de trabajadores y jubilados.

La cuestión de fondo, además de la inflación, son los salarios de pobreza que se pagan. Incluso las paritarias más “entusiastas”, como la de la construcción de un 62% en “ocho” cuotas, parten de un nivel muy bajo, con $64.000 para la categoría inicial; o los trabajadores de Upsra (seguridad) quienes tras un acuerdo del “85%” la categoría más baja asciende a $55.000 de básico y $90.000 de bruto, por debajo de la pobreza.

La salida a esta crisis implica una recomposición general de los salarios, tarea para la cual el movimiento obrero debe intervenir por sus reivindicaciones. Es el planteo que le llevaron los grupos piqueteros a la CGT y a la CTA Autónoma, y el que desarrollan con su actual plan de lucha, al que se pliegan distintos sectores sindicales combativos, que también libran sus propias peleas, como el Sutna.

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