Políticas

4/11/2022

Inflación y salarios: Pablo Moyano quiere que el zorro cuide el gallinero

El líder de Camioneros reclama un “Estado interventor” y exculpa a la clase capitalista de conjunto.

Pablo Moyano.

Pablo Moyano volvió a reabrir el debate en relación a la incidencia de los aumentos salariales en la inflación. El dirigente camionero manifestó que los responsables de la suba de precios son “los generadores de precios, los especuladores, los supermercados, la Sociedad Rural, MercadoLibre, Techint y Arcor”, exculpando al gobierno y considerando que la inflación es una anomalía producida por la avaricia de un grupo de especuladores, sembrando la idea que una intervención a tiempo del Estado podría corregir la supuesta “deformación del mercado”. Se trata del fundamento de la política fallida del gobierno de controles y regulaciones de precios.

El aumento en los salarios no produce inflación. En realidad, el valor de una mercancía no varía en nada por una suba en la remuneración del trabajador, sino que solo mejora la participación del salario en el valor producido.  Esto ocurre porque acota la parte que se apropia el capitalista, que Marx denominó “plusvalía”.

Pero en el mercado, cuando los valores se transforman en precios, inciden además otras cuestiones. Ahí la clase capitalista traslada a los precios toda previsión de gasto extra, inclusive un aumento de los salarios, con el propósito de sostener y acrecentar su ganancia. Golpea así al conjunto de los trabajadores, que ven una desvalorización de su poder adquisitivo.

Este “matiz” es fundamental, porque Moyano reduce la cuestión a un puñado de especuladores de manera tal de absolver a los capitalistas como clase. Esto para concluir que no se requiere de un gobierno de trabajadores ni terminar con el capitalismo para terminar con la confiscación contra los trabajadores, sino solo de reforzar la intervención del Estado. Pero este es socio de las patronales en el proceso de apropiación de lo producido por los trabajadores.

Y entonces ¿el Estado?

Tal es así la cosa que Pablo Moyano le señala al gobierno nacional que “le falta fortaleza, o ser más duros con estos tipos”. Su solución es un “Estado presente”… “interventor”. Pero el gobierno es parte del problema y no de la solución, ya que gobierna para los intereses capitalistas.

Para empezar, el gobierno es promotor de los aumentos, ni más ni menos. Es lo que acaba de ocurrir con el nuevo aumento de los combustibles, que impacta en la logística y la producción, y en toda la cadena de precios.

Lo mismo ocurre con la liberación de las tarifas en los servicios de luz, gas y agua, no solo por su impacto directo en el encarecimiento de los gastos de vivienda de los trabajadores, sino por su incidencia en la producción y el comercio de bienes y servicios, que las patronales luego descargan sobre los precios en forma de inflación. O el otorgamiento de 114% de aumento a las empresas de medicina prepaga, sector dominado por un puñado de 10 compañías.

Más allá de su responsabilidad directa, cabe destacar el rol del gobierno en la defensa de las ganancias capitalistas, algo que se ve recurrentemente. Así ocurrió en el conflicto del Sutna cuando el exministro de Trabajo, Claudio Moroni, intentó imponer la oferta salarial patronal de un plumazo; o cuando el ministro Sergio Massa amenazó a los trabajadores con la apertura de las importaciones en favor de las multinacionales del neumático.

Los propios trabajadores camioneros tuvieron que escuchar a la nueva ministra de Trabajo Kelly Olmos hablar de que la pretensión de una paritaria por arriba del 130% implicaba un gesto “poco solidario” con el resto de los trabajadores: una clara intervención propatronal en el conflicto.

Además, el Estado también saca provecho de la inflación, licuando el gasto público y los recursos destinados a los trabajadores, para destinarlos a los acreedores privados, al FMI y a subsidios para los mismos capitalistas

Los trabajadores y su lucha por mejores salarios no son responsables del tratamiento que hacen los capitalistas de una mejora obrera en la participación de lo que ellos mismos han producido, sino la clase capitalista que busca sostener su ganancia a costa de reducir los salarios a valores por debajo del costo de supervivencia.

Los trabajadores no necesitamos un “Estado presente” socio de los capitalistas, sino direcciones sindicales independientes del gobierno y las patronales que desenvuelvan la lucha por las reivindicaciones obreras.