Políticas

1/11/2016

Investigadores y especialistas informáticos lanzan campaña contra el voto electrónico

A la iniciativa se sumó Julian Assange, el programador responsable de Wikileaks.


Bajo el lema “Decimos NO al Voto Electrónico” distintos departamentos de investigación dependientes de varias universidades nacionales, entre las que se encuentran las de Córdoba, Buenos Aires, Rosario, Comahue y Río Cuarto, junto a institutos del Conicet, lanzaron una iniciativa contra la implementación del voto electrónico, prevista en la reforma electoral que se está tratando en el Congreso y es fogoneada por el PRO.


Entre los motivos de la campaña, que fue presentada en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, los especialistas remarcan el hecho de que cualquier sistema programable (incluso una impresora, como gustan decir los panegiristas del voto electrónico) tiene secciones de código que se guardan en una memoria plausible de manipulación.


El documento señala también que todos los sistemas informáticos, incluso los que están auditados, conservan fallas que pueden deslizarse en las auditorías, y que pueden ser explotadas maliciosamente para falsear resultados, inducir el voto y detectar la identidad del votante, entre otras vulnerabilidades.


Estas opiniones fundadas de los especialistas permiten considerar que el voto electrónico es tanto o más manipulable que la boleta de papel. En definitiva, la cuestión del fraude no depende del método de votación sino de la naturaleza del régimen político, como indicó el diputado del Partido Obrero, Néstor Pitrola en ocasión del debate del proyecto macrista.


El escrito de los científicos e investigadores indica que, por las dificultades que presenta el control del sistema, son muy pocos los países del mundo que usan este tipo de votación dado que “la complejidad que tiene la tecnología por sí misma elimina la posibilidad de control que debería poder ejercer cualquier ciudadano”.


A tono con estos especialistas, en la UTN Regional Santa Fe se reunió la VII Conferencia Internacional de Software Libre y allí los expertos informáticos debatieron el asunto. Ellos señalaron la poca aceptación de este sistema a nivel mundial: de 295 países donde se realizan elecciones, solamente 7 utilizan máquinas de votación por la tecnificación del voto, que priva a la mayor parte de los ciudadanos del poder de fiscalización y por la marcha privatizadora del sistema electoral.


Como parte de ese encuentro, Julian Assange, el programador y experto en seguridad informática australiano que desarrolló Wikileaks y que se encuentra refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, calificó de “suicidio” la posibilidad de ir a una forma electrónica de votación.


En forma contundente, añadió que “la gente que votará en los comicios no puede saber si los controles que supuestamente existen, realmente se establecerán. Para una votación presidencial, por ejemplo, es una locura absoluta establecer el voto electrónico”.


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