El Ejecutivo de la Ciudad envió a la Legislatura un nuevo proyecto de ley para la construcción del shopping en los terrenos de Ferrocarril Oeste. En realidad, es un viejo proyecto de IRSA que no pudo llevarse a cabo por la oposición de los vecinos del barrio.

 

Esa presión impidió en cuatro oportunidades que el PRO consiguiera los votos necesarios para su aprobación. Esto, aunque los negocios inmobiliarios fueron la base de los sucesivos pactos entre el PRO y el FPV durante los 8 años de gestión macrista. Además, la adquisición de los terrenos por parte de IRSA estuvo cuestionada por fraudulenta.

 

Extorsión

 

El Ejecutivo apoya su iniciativa en una doble extorsión. Por un lado, dejó en un estado absoluto de abandono el predio, hoy convertido en un basural y en un lugar inseguro para los vecinos. Por el otro, presenta al shopping como una alternativa armoniosa frente a la posible construcción de 6 torres de 30 pisos.

 

Entre un basural y las torres en un barrio saturado, el gobierno presenta este megaproyecto inmobiliario como la única opción de desarrollo urbano. Es lo que declaró la semana pasada a La Nación el ministro de Desarrollo Urbano del gobierno de la Ciudad, Franco Moccia.

 

Rechazamos esta burda extorsión, el estado actual de abandono debe ser superado con la concreción de un parque verde público, vital para la zona.

 

Asistencialismo inmobiliario

 

El gobierno le da un envoltorio social a la especulación inmobiliaria. Recientemente ató la urbanización de la Villa 20 y el hospital de Lugano a la privatización de 36 hectáreas del Parque de la Ciudad.

 

En este caso, el proyecto contempla un espacio para una escuela, un centro de salud, la apertura de una calle y un pedacito de espacio verde de acceso público. Pero el financiamiento de las obras que necesita la Ciudad no deben depender de la liquidación de su patrimonio ni a la especulación inmobiliaria, sino que deben ser financiadas a partir de una reorganización impositiva dirigida a las enormes ganancias del capital bancario, comercial e inmobiliario que reside en la Ciudad.

 

Crisis social

 

En medio del ajuste y los despidos que golpean a la población trabajadora de la Ciudad, el gobierno coloca la zanahoria de 5000 puestos de trabajo que requeriría la obra, pero las

 

asociaciones de comerciantes pequeños y medianos denuncian que el proyecto del shopping podría llevar a la quiebra a miles de comercios, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo.

 

La lucha por trabajo genuino debe partir de exigir al Gobierno un amplio plan de obras públicas, contra las inundaciones, la recuperación de escuelas y hospitales y un plan de viviendas para el medio millón de vecinos con problemas habitacionales.

 

Por el derecho a vivir en la Ciudad

 

El Partido Obrero denuncia esta política que encarece el suelo y la propiedad y expulsa a la población trabajadora del barrio. Frente a la crisis social capitalista y la extorsión del gobierno oponemos una salida: la reserva de las tierras de la Ciudad para un desarrollo urbano acorde a las necesidades de la población trabajadora, que debe ser la protagonista de su diseño y ejecución.