IVECO | Contra la entrega de la burocracia: Asamblea general de la fábrica y del Smata

El acuerdo firmado por la burocracia del Smata Córdoba con la patronal de Iveco el 14 de enero no significó otra cosa que el despido (a plazo fijo) de los suspendidos. Al tomar conocimiento de la “letra chica” del acuerdo, los trabajadores descubrieron que el acta establece que los contratados están suspendidos hasta el 31 de marzo y que, a partir de esa fecha, quedarán desvinculados automáticamente de la empresa. Pérfidamente, la burocracia dice que nada obstaculiza una negociación posterior, a sabiendas de que la empresa está citando uno por uno a los trabajadores y los presiona para que acepten una suerte de indemnización -porque luego del 31 de marzo “no habrá ni eso”. Según denuncian los trabajadores, desde mediados de noviembre hasta ahora, se ha ‘desvinculado’ de la empresa el 62% de los contratados. Una situación similar ocurre en Gestamp y Volkswagen, con el agravante de que a los suspendidos no les están pagando los subsidios (400 pesos y 350 pesos respectivamente) a los que se había comprometido el gobierno nacional.

Mientras tanto, continúan las suspensiones; sólo están en actividad dentro de la planta 150 trabajadores, sobre un plantel original de 930. El lunes 2 hubo cincuenta nuevas suspensiones que no estaban programadas. La patronal ha establecido que en los próximos tres meses se trabajará una semana al mes.

Según los informes que manejan los trabajadores, la patronal pretende desprenderse de los contratados y de 150 efectivos, lo que implicaría reducir a la mitad el plantel que la fábrica tenía a noviembre.

Consciente de que existe un activismo importante en la fábrica, la patronal ha impedido el ingreso a los dos delegados que no pertenecen a la burocracia, a quienes mantiene suspendidos desde diciembre.

Toda esta situación dominó la asamblea autoconvocada del pasado lunes 2. La asamblea estuvo precedida por concentraciones de trabajadores, una en un parque público y la segunda en la puerta de la planta. En estas jornadas se movilizaron entre 200 y 300 trabajadores entre contratados y efectivos.

El repudio a la burocracia ha ido in crescendo, los trabajadores la denuncian por estafa y complicidad con la patronal. En la asamblea del 2, además de los dos delegados opositores, concurrió un delegado ligado a la burocracia, que fue repudiado por los trabajadores. La asamblea resolvió marchar en ese mismo momento al sindicato para exigir a la directiva una inmediata respuesta y reclamar la convocatoria a una asamblea general de la fábrica y también de todo el Smata. La moción de los delegados, en cambio, fue ir en caravana a hacer una agitación en la ruta a Carlos Paz. Finalmente la caravana de motos y autos que partió de la fábrica bloqueó en su marcha la ruta 9. Al llegar al centro, quedó parada en el Patio Olmos: los delegados cambiaron el mandato sin consultar, postergando la marcha al gremio para el miércoles 11 (junto a una marcha a Casa de Gobierno) y el 20 junto a los suspendidos de VW.

Los trabajadores de Iveco reclaman con toda claridad volver a la fábrica. Existe la conciencia en muchos trabajadores de que cada día que pasa la patronal avanza sobre los contratados, y que además tienen a la directiva del Smata en contra. Por eso, muchos han propuesto ir a acciones inmediatas (como cortes de ruta o concentraciones frente al sindicato). Las propuestas de acción actuaron como un factor de agrupamiento: la asamblea superó en número a los trabajadores que aún están en actividad en la fábrica: muchos de estos últimos no se sumaron por las presiones de la patronal y de la burocracia dentro de la planta.

Estas manifestaciones deben ser aprovechadas para exigir una asamblea general de la fábrica y de todo el Smata.

Eduardo Salas