Políticas

23/7/2003|810

Jorge Rivas se confiesa

Jorge Rivas es actual diputado de la Nación por el Partido Socialista.


Como se sabe, el PS forma parte, al mismo tiempo, de la coalición armada con la bendición de Kirchner para apoyar la “alianza” de Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires.


En un reportaje publicado en Página/12, el flamante candidato a gobernador por la nueva alianza, la presenta como un caso de “histórica unidad de la izquierda”, pero a la vez da una pista fundamental sobre la naturaleza del acuerdo. Cuando el periodista le pregunta si no es contradictorio “que en la Ciudad de Buenos Aires el PS se haya aliado con el frente que encabeza Ibarra y que apoya Kirchner” y en la provincia vaya con IU, Rivas responde: “No lo considero contradictorio, sino más bien atendible, debido a que en cada provincia los contextos y las coyunturas políticas son muy diferentes” (16/7). Dicho de otro modo, el frente con IU forma parte también de las salidas “atendibles” ante la coyuntura político-electoral, y no pone en tela de juicio el apoyo a De la Rúa, el aval al golpe devaluacionista, el impulso al voto a Kirchner en la segunda vuelta, la coalición con Binner en Santa Fe e Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires, o el apoyo desembozado al nuevo inquilino de la Casa Rosada.


Cómo fue parida la “histórica unidad de la izquierda”


Quien recorra las publicaciones de todo orden del PS, del PC y del Mst antes del acuerdo, se extrañará de la ausencia de toda referencia al proceso político de acercamiento entre los “socialistas” de la provincia de Buenos Aires e IU. ¿Un problema de discreción en un prolongado y profundo debate sobre las bases programáticas de esta unidad “histórica”? No es el caso. Un mes atrás, el Congreso del PS de la provincia de Buenos Aires, que sesionó en la sede del Sindicato del Personal Aeronáutico, había votado extremar los esfuerzos para arribar a un frente con el Ari. Pero este frente no se consumó fundamentalmente por el lugar que el Ari estaba dispuesto a reservar al PS, a partir del resultado de la elección presidencial (en la que el Ari obtuvo el 15,4% y el PS el 1,2%).


Frente a esta constatación, cuarenta y ocho horas antes de la presentación de las alianzas, la dirección del PS de la provincia de Buenos Aires llamó a un Congreso Extraordinario para hacer un balance de las negociaciones frentistas, y allí los casi cincuenta delegados se “desayunaron” con una novedad que Rivas despliega en el mismo reportaje: “Aunque nosotros fuimos fundadores del Ari, en el caso de la provincia de Buenos Aires, creemos que es una experiencia agotada”; proponiendo a continuación el frente con IU (ídem, bastardillas nuestras).


La base del acuerdo es la “calculadora electoral”, ninguna otra. IU, que obtuvo el 2,3% de los votos en la presidencial, se lleva los dos candidatos a diputados nacionales; en tanto el PS, un partido virtualmente en extinción, lidera cuatro de las ocho secciones electorales y obtiene varias candidaturas a primeros concejales. Como siempre ocurre con IU, luego de ponerse de acuerdo sobre este punto, se garabatearon algunas consignas para explicar el carácter “histórico” de la alianza.


Pero lo que delata de entrada la filiación política del frente es su cabeza, no su programa. Jorge Rivas es un hombre que transitó por la experiencia del Frepaso y apuntaló a la Alianza, obtuvo su puesto de diputado como zcandidato del Ari y es hoy un defensor del gobierno Kirchner.


Jorge Rivas es la cabeza del quinto sublema de Kirchner en la provincia; no casualmente, ha dado libertad de acción a sus distintas corrientes frente al ultimátum del duhaldismo de encolumnarse detrás de la lista de Solá. Más precisamente, no ha actuado como un factor de unión del centroizquierda para no crearle un problema a Solá en las elecciones de la provincia. Jorge Rivas presenta al frente con IU como “un intento de consolidar el espacio de la izquierda democrática en la provincia” (ídem).