En los barrios de José C. Paz se está organizando una movilización para el 3 de agosto. Desde hace unas semanas, se viene realizando un empadronamiento que abarca unos diez barrios de vecinos con problemas de vivienda –parte de los cuales se anotaron en los planes oficiales–  pero no tuvieron respuesta. Hay más de 200 empadronados hasta el momento.

La respuesta del municipio –“no se inscribe a nadie más hasta 2011”– ha sido tomada como una provocación por los vecinos, que ven que no se adjudican nuevas casas y que de lo proyectado sólo se ha llevado adelante el 25%.

A días de la crisis, el intendente Ishii volvió a ocupar su cargo para poner “orden” en el distrito más pobre del conurbano. Lo hizo no sólo alterado por las disputas que se dieron entre sus punteros, sino principalmente por la movilización popular que hace días ocupó la municipalidad, la que se está gestando en las barriadas.

En el acto de reasunción, Ishii llevó adelante una amenaza, difundida por varios medios, contra los trabajadores municipales: amenazó a quienes no concurrieren a tener que abandonar sus casas adjudicadas y, automáticamente, perder sus trabajos en el municipio. Esto le garantizó la movilización, pero las aguas en el distrito están cada vez más agitadas.

Los mismos municipales amenazados analizan llevar adelante protestas por el aumento salarial, después de que el municipio incumplió con lo prometido luego de la lucha de hace unos meses. No hay noticias de los aumentos y del pase a planta permanente de los precarizados, que son el 90% de los trabajadores.

Son varios los punteros que, alineados con Ishii, salieron ahora a conformar agrupaciones propias ya que, aunque sigan en el gobierno, no quieren estar tan pegados a un intendente que hace agua por varios lados.

Vamos por una gran movilización por la readjudicación de las viviendas y un verdadero plan de viviendas populares dirigido a solucionar el déficit habitacional, bajo control de los vecinos y los trabajadores del distrito.