Con una limitada trayectoria en el ámbito de la salud, Juan Cruz Ávila ha sido recientemente designado como Coordinador de Hospitales Universitarios del Ministerio de Educación de la Nación.

Ávila asumirá luego del reciente acuerdo sobre el Hospital de Clínicas rubricado por las autoridades universitarias, el gremio Apuba y el Ministerio, a espaldas del conjunto de los trabajadores, profesionales, docentes y estudiantes, que han cuestionado el convenio. El mismo, que establece la construcción de un nuevo edificio y el otorgamiento del actual a la cartera de Esteban Bullrich, encierra la perspectiva de un gran negociado inmobiliario y el ajuste sobre puestos de trabajo, servicios de salud y de educación en el mayor hospital escuela de Latinoamérica.

El nombramiento de esta figura refrenda la orientación privatizadora del macrismo en la salud y la educación.

 

Una carrera maratónica

Juan Cruz Ávila ha tenido un ascenso exprés en el ámbito de la salud.

Hace apenas cinco años, el productor televisivo (apenas recibido de Psicólogo en la Universidad de Belgrano) pagaba una "visitancia" para especializarse en el servicio de Salud Mental del Hospital de Clínicas. Dos años después, en el 2013, asumía como Jefe de Hospital de Día en ese servicio, en el hospital más grande de la Universidad de Buenos Aires.

A principios del 2016, ya con el Gobierno de Macri y con su “amigo” Esteban Bullrich al frente del Ministerio de Educación, era designado por la UBA como Director asociado de coordinación técnico administrativo en el Clínicas, pasando por encima de trabajadores administrativos con una extensa experiencia en el área y con años de carrera hospitalaria.

Posteriormente vendría el intento de dejarlo a cargo como Secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, frustrado por el repudio generalizado que provocó la tentativa en toda la comunidad universitaria.

Ávila, a su vez, es vocal de la fundación del Hospital de Clínicas, organización de “beneficencia” que se encarga de recaudar fondos para un hospital que ha sufrido durante todos estos años un presupuesto paupérrimo y que tanto macristas, kirchneristas y radicales vienen avalando desde el Consejo Superior de la UBA. Queda claro que esta orientación continuará, si se tiene en cuenta el congelamiento de la Función Salud en el Presupuesto de la universidad.

Los mismos que vaciaron al Clínicas y desoyeron cientos de veces los reclamos de los trabajadores -que reclamaban medidas de seguridad y mayor presupuesto-, son hoy los que no pueden poner por escrito en ningún convenio la garantía de los puestos de trabajo ni la continuidad del funcionamiento de todos los servicios.

Ávila es un operador del macrismo ascendido para culminar la tarea de achicamiento del Clínicas, destruido con especial saña durante los últimos 15 años.