“Nuevo” proyecto
Jubilación privada: una estada con perfidia de yapa
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El nuevo proyecto de reforma previsional constituye una estafa política y económica aun mayor que el que lo procedió. La razón es simple, ese nuevo proyecto pretende “superar” la “objeción” efectuada al anterior, porque desconocía los aportes realizados por los trabajadores en actividad menores a 45 años, computando ahora por los años aportados a las Cajas del Estado un 2% del sueldo por año (hasta un máximo de 30 años) a lo cual se sumaran una jubilación asistencial, que otorgara también el Estado, de 100 pesos, y los importes correspondientes de la “Jubilación Privada”. El único “problema” que tiene, sin embargo, este intento es que, al igual que el anterior, simplemente no prevé un financiamiento adecuado para cumplir con estas prestaciones. Como en el caso del proyecto anterior, los aportes de los trabajadores emigraran de las Cajas estatales a las privadas (pero, ahora, de todos los trabajadores en actividad y no solamente de los menores de 45 años) confiscando en favor de estas, el 11% de los salarios (unos 4500 millones de dólares al año), y desfinanciado por completo a la jubilación oficial. Esta última deberá conformarse con el aporte de la patronal, exclusivamente, en circunstancias que favorecen la presión para eliminar estos aportes con el argumento de los “altos costos laborales”.
Jubilación Privada
El nuevo proyecto no responde a esta pregunta elemental: ¿cómo harán las Cajas oficiales, que no están pagando el 82 % a los actuales jubilados, para pagar en el futuro un porcentaje similar a los nuevos contingentes de trabajadores que se jubilen, si al mismo tiempo se le restan a las Cajas esos 4.000 millones de dólares? Cavallo no se ha lomado ni siquiera el trabajo de dar algún tipo de explicación, sencillamente porque no piensa cumplir lo que establece su propio proyecto de ley. Lo único que quiere es que siga, para inyectar los aportes previstos en la Bolsa. Todos los analistas coinciden en que el proyecto “no establece un mecanismo por el cual se autofinanciará en el futuro el sistema jubilatorio estatal” (EI Cronista, 19/8) por lo que lo califican como "una fuga hacia adelante” (ídem), o para decirlo en sencillo, una estafa.
¿Por qué el ministro Cavallo promete, sin embargo, cumplir con el 80 u $ 5 % para los jubilados futuros? Porque quiere que el Parlamento le apruebe la ley como sea e instituir rápidamente los fondos privados de jubilación.
El reconocimiento de los aportes realizados por tos trabajadores activos, en un 2% de su sueldo por año, no es más que un anzuelo para que se apruebe de una vez la jubilación privada, y para que los bancos y compañías de seguro puedan alzarse con los codiciados 4.500 millones de dólares anuales.
Un reconocimiento muy especial
Pero el ministro no da puntadas sin hilos. Primero. Eleva en cinco años la edad para jubilarse, con lo cual un trabajador deberá aportar desde los 18 años, o sea 47 años, para tener un beneficio de sólo 10 años, que es la esperanza de vida estimada en Argentina. Segundo. Calcula el haber estatal al momento de jubilarse, no, como ocurría hasta ahora sobre el sueldo promedio de los mejores tres años de los últimos diez, sino sobre el promedio de los diez últimos. Pero esto no es todavía lo peor ya que el proyecto pérfidamente no dice cuál debe ser el índice para actualizar ese salario promedio a la moneda actual, dejando esta determinación a lo que reglamente el Ejecutivo. Si, como ya sucede ahora con el 82%, el ministerio de Trabajo estableciera un índice arbitrario que sirva para "licuar" el cálculo del sueldo, el 2% de "reconocimiento "se transforma en una “fantochada”. Tercero, el haber Inicial jubilatorio no se actualizaría por costo de vida ni por la evolución de los salarios sino según la recaudación provisional (algo que sólo el Ministerio de Trabajo conoce y que puede manipular a su antojo), convirtiendo a la actualización jubilatoria en rehén de los evasores patronales, lo cual incluso podría hacerla bajar!
Por este mecanismo, el tan mentado reconocimiento queda pulverizado, algo que las autoridades lo saben muy bien porque lo vienen haciendo con los actuales jubilados, transforman al 82% en 30%.
La jubilación privada
La jubilación privada, a su vez, no sería respaldada por ninguna clase de garantías, debiendo cargar el trabajador con las consecuencias de una quiebra de la Administradora del Fondo de Pensión.
Aunque al trabajador le descontarán obligatoriamente el 11% de su sueldo, a su cuenta jubilatoria irá sólo el 8%, porque 3% son comisiones para la Administradora del Fondo. A un trabajador que gana 1.000 pesos le descontarán $ 110 pero en su cuenta le acreditarán sólo $ 80; nada menos que $ 30 irán como comisiones a los bolsillos de los bancos y compañías de seguro. Como la masa que está en juego es de unos 4.500 millones de dólares anuales, las comisiones rendirán la friolera de 1.500 millones de dólares por año, una confiscación lisa y llana del salario que naturalmente desvela a los banqueros.
El PO repudia este proyecto y plantea:
1- Pago integral del 82% móvil, debidamente actualizado y retroactivo. Que se deje de pagar la deuda externa y se cumpla con los jubilados. Jubilación mínima móvil de 450 pesos;
2- Administración obrero-jubilados de las Cajas. Reconocimiento de todos los aportes obreros y patronales en una cuenta individual de cada trabajador;
3- Que los delegados y comisiones internas controlen el pago de las contribuciones y aportes previsionales para terminar con la evasión capitalista que suma unos 5.000 millones de dólares.
¿82%? "Las p...”
Todos los diarios han abundado en detalles que muestran que el 82% de Cavallo es, en realidad, el 30%. Para ello el ministro manipula los índices de actualización para determinar el haber inicial con el que el trabajador se jubiló y luego, con esos mismos índices manipuladores, actualiza dicho haber inicial. En el tiempo, esto significa una poda del haber jubilatorio del orden del 60 a 70%.
En realidad el 82% debería ser superior al sueldo de un trabajador en actividad. Es decir, si se cumpliese con la legislación, el jubilado debería ganar más que un trabajador activo en el mismo oficio. ¿Por qué? Porque el jubilado se jubiló de acuerdo a la ley con un haber igual al 82% de los mejores 3 años de los últimos 10. Como en el pasado, el salario era mucho más alto que ahora (un 50% como mínimo) y encima se eligen los 3 mejores años, el haber jubilatorio, debidamente actualizado, debería ser mayor al de un sueldo en actividad. Esta simple constatación destruye todos los índices, actualizaciones y otras yerbas que utiliza el gobierno para burlar a los jubilados.
Pero con estos mismos índice "truchos”. Cavallo liquidó en bonos las retroactividades por el no pago del 82% en los últimos años. Es decir, que todo el reconocimiento hecho con los BOCON es un fraude, que salta a la vista ahora que pretende “truchar” el 82% móvil.
Cavallo no solo repite sus crímenes sino que deja huellas indelebles de sus “fechorías”.