Mutilan el proyecto de aumento jubilatorio
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El supuesto “avance” del proyecto jubilatorio en el Senado ha consistido, en realidad, en su completa desnaturalización.
En la Cámara de Diputados, la comisión de previsión había votado un proyecto que fijaba las jubilaciones mínimas en el 82% del salario mínimo; en segundo lugar, establecía el reajuste de todos los haberes según los fallos de la Corte Suprema. En tercer término, fijaba la movilidad futura de las jubilaciones de acuerdo con la evolución de los salarios; ello, en reemplazo de la actual ley de movilidad, que condiciona el aumento de los haberes a la recaudación previsional. El proyecto, sin embargo, no otorgaba “derecho alguno a percibir la retroactividad que pudiere corresponder por las diferencias producidas” en el pasado. Por esas diferencias, se han originado 360.000 juicios jubilatorios.
Pero antes de que el proyecto siguiera su trámite en Diputados, el Senado avanzó en una versión mutilada. El dictamen que votó días atrás su comisión de presupuesto contempla exclusivamente el ajuste del haber mínimo al 82% del salario mínimo. En cambio, suprime los reajustes de acuerdo con los índices salariales, tanto pasados como futuros. En el primer caso, desconoce los fallos Sánchez y Badaro, que imponían los ajustes salariales de los períodos 1991-1996 y 2002-2006, respectivamente. En el caso de los ajustes futuros, deja en pie la fraudulenta “movilidad jubilatoria” del kirchnerismo.
Según los medios, los senadores votaron este proyecto “en desafío” al gobierno, que concurrió, a través de Boudou, a exponerle al parlamento la “inviabilidad” del aumento jubilatorio. Pero, en verdad, lo que hicieron fue adaptarse a las exigencias kirchneristas. Del aumento jubilatorio, sólo queda en pie el ajuste de la mínima a 1.230 pesos. Si se tiene en cuenta que la “movilidad oficial” podría implicar un aumento del 15% en septiembre próximo, la mínima kirchnerista alcanzaría los 1.030 pesos. Después de tantos choques verbales, la distancia entre oficialistas y opositores quedaría reducida a unos 200 pesos. Es cierto que el gobierno debe reunir al Consejo del Salario Mínimo, lo que podría elevar esa diferencia. Pero, precisamente, los “K” ya están maniobrando para postergar esa convocatoria, en función de “desenganchar” el haber mínimo de cualquier aumento.
Con el proyecto mutilado, alrededor del 85% de los jubilados terminaría bajo el rasero común de la jubilación mínima. Y sometido a los ajustes anuales del salario mínimo, que sería manipulado en función de consolidar los haberes de miseria. Por su parte, y para los jubilados que ganen más de la mínima, regirá la movilidad fraudulenta impuesta por los Kirchner. De este modo, la jubilación seguirá siendo una prestación asistencial, fijada por el Estado e independizada, más que nunca, del salario del trabajador en actividad.
Mientras el Senado ha votado este fraude con los jubilados, la Cámara de Diputados tiene previsto tratar el proyecto “completo” en su comisión de presupuesto, el próximo 4 de agosto. Pero los partidos opositores que supuestamente lo fogonean... son los mismos que han convalidado su mutilación en el Senado. El autor del dictamen desguasado es el “socialista” Giustiniani, socio de la UCR y de Carrió en el Acuerdo Cívico.
Después de haber hecho demagogia con el aumento jubilatorio, la oposición patronal ha cumplido con la exigencia de sus mandantes, los lobbies capitalistas, que salieron a bramar contra el proyecto presentado en Diputados.
Denunciemos en todos lados la desnaturalización del proyecto jubilatorio. Exijamos, el próximo 4 de agosto frente al Congreso, el tratamiento y la aprobación del proyecto integral, o sea: 1) jubilación mínima del 82% del salario mínimo; 2) ajuste de los haberes de acuerdo con los fallos de la Corte; 3) movilidad futura de acuerdo con el salario.