Políticas

16/2/2023

Juicio a la Corte: ¿una asamblea constituyente para reformar la justicia?

Sobre las intervenciones de Myriam Bregman en la Comisión de Juicio Político.

Bregman interviniendo en la Comisión.

En dos intervenciones en la Comisión de Juicio Político, Myriam Bregman repitió el planteo de asamblea constituyente. Myriam expresó en su primera y más estructurada intervención que “nosotros proponemos juicios por jurado y que los jueces sean elegidos por el voto popular… nos han dicho que algunas de esas cosas no están en la Constitución”, para terminar proponiendo que “consideramos que una asamblea constituyente, libre y soberana que ponga en cuestión el conjunto del régimen político es lo que tenemos que debatir en el próximo período”. Este planteo deja reducido a palabras sin propósito la denuncia de que “el gobierno quiere eludir la discusión económica y la política de ajuste de Sergio Massa” por dictado del FMI. Porque si a partir del show político montado por el kirchnerismo la reforma de la Justicia es “la discusión del próximo período”, Bregman se suma a la maniobra.

Y no es menor que en la exposición haya planteado que “la Corte forma parte de una Justicia de la región que decide quién es candidato o candidata”. Ni una palabra sobre que esta ofensiva del kirchnerismo se montó a partir del fallo adverso de Vialidad que disparó la borrada de Cristina como candidata y la ofensiva por un juicio político a la Corte que jamás podrá ser aprobado porque requiere los dos tercios. Al contrario, el PTS a través de la exposición de Bregman centró su crítica en las “escandalosas relaciones que tienen con el Poder Judicial, como se ha visto alrededor del affaire de Lago Escondido”. Para el PTS tienen que explicar eso “porque, si no, más que defensa de las instituciones aparece como defensa propia y de las relaciones escandalosas que tienen con este Poder Judicial”. Criticó el método del carpetazo de los servicios al que apelaron los K para la justa denuncia de las relaciones de la Justicia con los funcionarios macristas. Semejante consejo al kirchnerismo ubica a la izquierda reclamando un kirchnerismo más consecuente, más democrático, cuando lo que corresponde es señalar (como lo hicieron Romina Del Plá y el Partido Obrero) que estamos ante una lucha de las camarillas gobernantes del macrismo y el kirchnerismo por su propia impunidad. Ambas imbricadas con los servicios, hasta el cuello. Es muy ilustrativo que los kirchneristas se acordaron ahora de 14 pedidos de juicio político -reiteramos después de la condena- cuando cajonearon pedidos en tiempo real e inmediato como el juicio político reclamado por Néstor Pitrola en su momento a los cortesanos del 2×1 liberando a los genocidas, fallo que hizo retroceder una monumental movilización popular.

Digamos antes de profundizar en el tema de la asamblea constituyente, que en largas parrafadas Bregman calificó a la maniobra como funcional a Juntos por el Cambio porque le dio una excusa para paralizar el Congreso. Pero ojo, porque la abrumadora mayoría de la agenda es común a JxC y el FdT, como la catarata de subsidios a petroleras, agroexportadores, etc. El congreso funciona, salvo raras excepciones como la de la moratoria previsional (que se basa en la compra por los afectados de los años que les faltan, algo aceptado por radicales y otros), con el “consenso de Washington” que es la ruta del FMI, donde han votado en común ambos bloques capitalistas en torno al endeudamiento, los presupuestos de ajuste, etc.

Pero indudablemente, el tema de plantear una constituyente para reformar la Justicia es el remate de una enorme adaptación el kirchnerismo aunque se le agregue que sea libre y soberana para reformar todo el régimen político. Podría ser una reforma de todo el régimen político muy para peor, porque la agenda de las fuerzas políticas oficiales, que es la agenda de la burguesía en su conjunto, es una agenda contra las masas, en favor de la depredación socioambiental, en favor de la mano dura, de la más extrema precarización laboral, entrega de los recursos estratégicos y endeudamiento. La agenda de una Argentina semicolonial hasta las últimas consecuencias. ¿Una constituyente convocada por quién? ¿Por el gobierno nacional? ¿Por la oposición de Juntos por el Cambio?

Semejante propuesta es una sugerencia al propio kirchnerismo, una variante de la reforma judicial aunque se agite la elegibilidad de los jueces (dejamos para otro debate el juicio por jurado que ya forma parte del Estado burgués). El planteo del voto popular de los jueces y, agreguemos, su revocabilidad tiene sentido solo como planteo transicional hacia un gobierno de trabajadores, o sea para lucha por un Estado con otro contenido de clase, proletario, nunca como forma de reformar este Estado capitalista.

Las menciones de Myriam a la rebelión peruana para justificar la constituyente solo confunden y ponen el carro delante del caballo, porque acá no están las masas en la calle poniendo en jaque al régimen, planteando con huelgas generales y movilizaciones campesinas y obreras de masas la destitución de todas las instituciones, planteando “fuera Boluarte” y asamblea constituyente. La constituyente en Perú tendría un valor revolucionario convocada por un gobierno de las organizaciones en lucha. Acá, si es el debate “del próximo período” es para que la convoque el gobierno de AF, CFK y Massa.

El PTS ha desempolvado esta variante democratizante del planteo de la constituyente, justamente, cuando arrecia la maniobra kirchnerista para reformar la Justicia en favor de una mejor manipulación de los jueces y de la propia Corte, de cuyas designaciones es especialmente responsable el peronismo que tuvo mayoría en el Senado los últimos 40 años, hasta el día de hoy. Al punto que Rosatti, hoy cuestionado, fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner. El planteo del PTS y Bregman daña la necesaria lucha política del Frente de Izquierda que debe delimitarse por completo de este peronismo del FMI y muy especialmente de las maniobras de Cristina y Máximo para disimular lo indisimulable: su compromiso y responsabilidad directa.

La lucha por la independencia política de los explotados lo requiere. Porque nuestros parlamentarios están para promover la intervención de la clase obrera en la crisis, por eso Bregman debería haber denunciado en sus dos intervenciones los 160 mil despidos de trabajadoras y trabajadoras del Potenciar Trabajo y apoyar el piquetazo nacional que se produjo 48 horas antes de su segunda intervención. Algo que no ocurrió.

https://prensaobrera.com/politicas/el-pts-un-conservadurismo-peligroso