Políticas

3/5/1991|329

Se movilizaron tres mil secundarios

Juicio y castigo a los asesinos de Walter Bulacio

Más de tres mil secundarios marcharon este jueves 2 reclamando por el asesinato de su compañero Walter Bulacio, alumno del Colegio Rivadavia de la Capital. Walter, detenido con otros chicos a palazo limpio, en el recital de Los Redondos de Ricota del viernes 26 de abril, pasó de la comisaría al hospital al día siguiente, entró en coma poco después y ya no pudo recuperarse.

La “justicia” menemista se apuró a salir en defensa de los criminales. El juez Víctor Pettigiani, sin siquiera iniciar la investigación, autorizó a la Policía Federal a difundir un comunicado que atribuye la muerte de Walter a “causas naturales”. Los familiares informaron en cambio, que Walter fue internado con algunas costillas rotas, luego de una golpiza policial. Todo el accionar de la policía fue criminal: persecución, detenciones injustificadas, represión sin motivo. Los padres de Walter no fueron avisados, el juez de menores tampoco y se lo mantuvo en un podrido calabozo más allá de las horas permitidas por las “disposiciones vigentes". Pero esas mismas disposiciones son un mecanismo dictatorial, arbitrario y —también— inconstitucional porque los edictos policiales permiten la detención caprichosa por parte de la policía sin intervención judicial.

Todo esto no es nuevo. Lo nuevo es la reacción de los compañeros y esta gran movilización secundaria. En la Marcha de ayer volvió a quebrarse el silencio. "Se va a acabar la brutalidad policial”, “se va a acabar esa manía de matar”, cantaron los miles de secundarios ni bien llegaron al Congreso. La prohibición de cantar y distribuir volantes fue muy discutida y la oposición era general. Representantes de Centros secundarios y universitarios acordaron una reunión para el próximo martes para ver cómo seguir. Como afirmaba el volante distribuido por la UJS en la marcha: formemos comisiones en los colegios, promovamos actos de repudio y extendamos la movilización masiva con marchas masivas. Como en Catamarca: investigación y castigo a los responsables del asesinato de Walter, basta de brutalidad policial, derogación de los edictos policiales, libertad para la organización de la juventud.