El gobernador de Jujuy Carlos Sadir dará un discurso encubridor del ajuste que su gobierno realiza. Querrá despegarse de Milei, pero fueron sus diputados nacionales quienes votaron a favor de la Ley Ómnibus en el Congreso, mostrando la coincidencia en pasar la motosierra y la licuadora contra los trabajadores, la educación y la salud.

Gerardo Morales y Sadir se vanaglorian del superávit fiscal de la provincia, pero ante los recortes de fondos de Milei el gobernador descarga el ajuste a los salarios docentes y estatales, autoriza aumentos brutales de transporte y otros servicios públicos.

El superávit fue a costa de los salarios miserables y el recorte presupuestario en salud y educación. Los números de Jujuy son muy graves. Solo en 2024 hay vencimientos de deuda en dólares calculados en más de 55 mil millones de pesos. El superávit provincial es de $20 mil millones, lo cual el gobierno apostará a redoblar el ajuste para cumplir con los vencimientos, pero ni siquiera eso le asegura no caer en default.

Mientras tanto, Ledesma obtuvo ganancias récord superiores al 400% en la última Zafra. Sales de Jujuy tuvo ganancias netas de 122 mil millones de pesos en 2023. Estos son los intereses que defiende Sadir a costa del crecimiento de la pobreza.

No hay futuro con la agenda de Sadir y Milei. Son recetas fracasadas que solo apuestan a imponerlas mediante la represión y la persecución como con los presos por tuitear y tantos procesados por luchar. Ese fue el objetivo de la trucha reforma constitucional de Morales.

El Partido Obrero se movilizará por la agenda de los trabajadores al Congreso de la Nación cuando hable Milei y a la Legislatura cuando inaugure Sadir.

Hay otra salida al ajuste. Es con la intervención de los propios trabajadores en unidad, ocupados y desocupados, imponiendo sus intereses mediante la movilización popular. Un salario igual a la canasta familiar. 82% móvil a las jubilaciones. Triplicación del presupuesto en salud y educación. Plan de viviendas y obra pública y asistencia integral a comedores y merenderos populares.

Los recursos para garantizar esta agenda tienen que salir de un fuerte ajuste a los capitalistas. Suspensión del pago de la deuda externa, estatización del litio, los recursos naturales y el transporte bajo control obrero.

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