Políticas

30/5/2019

Jujuy: Morales desguaza el Ingenio y entrega a los obreros de La Esperanza

En el día de ayer, mientras tenía lugar el paro nacional, salió a luz la adjudicación del Ingenio La Esperanza a dos empresas de la familia tucumana Budeguer: Productora del Noroeste S.A. y Gestión Inmobiliaria del Norte S.A.


El fracaso del mandatario jujeño Gerardo Morales, que había anunciado la venta cuando asumió el gobierno, no puede ser mayor: luego de caerse varias veces la transacción, termina vendiendo el ingenio desguazado y a precio de remate, en cómodas cuotas anuales a 15 años, y con un enorme ataque al plantel obrero. 


Los 600 trabajadores que hoy cumplen funciones en el ingenio serían despedidos e indemnizados, a cuenta del gobierno provincial, quien ya ha hecho una oferta del 50% y sin actualizar los montos de los años trabajados, llevando las indemnizaciones a un 35% o 40%. Tras ello, la empresa tiene la obligación de tomar 600 obreros, pero sin obligación de que sean los mismos; si lo fuesen, entrarían sin reconocimiento de su antigüedad.


Morales no está solo


El peronismo, que cuestionó la venta del ingenio a un grupo colombiano y sus condiciones de entrega, sólo lo hizo en función de la defensa del negocio para un empresario nacional; nunca sobre la base de destacar el cuadro de vaciamiento y los cientos de despidos que caracterizaron la última etapa del ingenio (incluida la gestión de Benito Roggio de 2010 a 2012, que profundizó el vaciamiento con la complicidad del gobierno peronista).


El PJ interpuso más tarde un recurso para que se reconozca a la empresa jujeña Los Tilianes como la ganadora de la licitación del ingenio en el año 2008, pero finalmente esta fue declarada “abstracta” por su propio gobernador, Eduardo Fellner. Ahora, tras la caída del grupo empresario colombiano Omega -al que la justicia había adjudicado el ingenio en abril de 2018-, el peronismo ve con buenos ojos la llegada vaciadora de la familia Budeguer.




Esta es la salida mentada por peronistas y radicales: un remate del principal activo industrial provincial, el desguace de sus tierras y el desconocimiento de sus trabajadores, quienes han venido sosteniendo el ingenio todos estos años. 


Un negociado con el desguace


El grupo Budeguer se presentó en la licitación sólo por el parque industrial y 30 mil de las 70 mil hectáreas que posee el propio ingenio; las restantes quedan a cargo de la administración provincial, junto con varios inmuebles que forman parte de todo el paquete.


Se abre un cuadro de dudas respecto a la función que tendría una empresa inmobiliaria como administradora de un ingenio. Algunos sospechan un gran negocio con las tierras del ingenio que rodean los municipios de San Pedro y La Esperanza, en una fenomenal especulación inmobiliaria con tierras compradas a precio de remate.


Un marco de crisis explosivo


Si bien hoy ha salido el anuncio de la adjudicación, todavía queda bastante camino hasta que el grupo y el gobierno puedan imponer estas condiciones. 


En primer lugar por la crisis económica, que ha hecho inviable previamente su venta y que condiciona fuertemente la capacidad de inversión del propio grupo. Las tasas de interés son altísimas en el mercado local, mientras que el crédito internacional se encuentra virtualmente bloqueado, en un escenario donde la tendencia es hacia la fuga de capitales del país.


En segundo lugar, hay que ver la respuesta obrera a las medidas leoninas que impone la empresa. La llegada del grupo inversor acentúa los ataques patronales; llamamos la atención de que este desenlace todavía se encuentra abierto y debe ser procesado por los propios obreros del ingenio. 


Una vez más, los trabajadores deben intervenir


Desde el Partido Obrero hemos llamado la atención ante cada ataque del sector y como esto ha repercutido sobre los trabajadores. La situación de La Esperanza se debe discutir en el cuadro más general de la industria azucarera: despidos sistemáticos en Ledesma y Tabacal; la reciente experiencia del San Isidro, que luego de un proceso de vaciamiento y cierre ha quedado funcionando con 250 obreros sin convenio sobre los 700 obreros bajo convenio que tenía; y la disolución de la Federación Azucarera. Como vemos, ante un escenario donde las patronales han efectuado un ataque de conjunto y con la complicidad de los gobiernos, creemos que la respuesta obrera también tiene que ser de conjunto y coordinada, producto de una deliberación y un balance en los lugares de trabajo.


En este cuadro es que convocamos a los obreros a abrir un debate sobre el destino del ingenio y el destino de los propios obreros, a través de una asamblea general del gremio para discutir cómo se defienden los puestos de trabajo, la antigüedad y el convenio; a discutir la reincorporación de todos los obreros desvinculados, para poder producir; y el acompañamiento de asambleas populares de los pueblos de San Pedro y La Esperanza para discutir un plan de diversificación de la producción que haga sostenible la explotación de las miles de hectáreas que posee el ingenio, bajo control de los trabajadores. 


Entendemos que la mejor forma de avanzar en esta orientación es el planteo de una estatización plena del ingenio bajo control de los trabajadores, a través de un proyecto de ley que lo ratifique. Desde ya vinculamos la aprobación del proyecto a la organización de los obreros y su lucha por la defensa de los puestos de trabajo con la acción directa.