El viernes 27, el Partido Obrero y el Frente de Izquierda convocamos a la marcha por el 1º de Mayo, a la que se sumaron la Corriente del Pueblo, Tupaj Katari, Abelino Bazán y el Frente de Organizaciones Independientes (FOI). La jornada se convocó en medio de la conciliación obligatoria dictada por el gobierno a los compañeros del Ingenio La Esperanza, luego de 16 días de toma de la fábrica por el incumplimiento de los acuerdos laborales, desde 2010, por parte de la empresa Roggio. Hubo cortes de la ruta nacional 34 y asambleas permanentes entre los trabajadores del campo y de la fábrica.

Al principio de la huelga, en marzo, la patronal se jugó con todo para dividir a los trabajadores comprando a una parte de la comisión directiva del sindicato comandada por Castrillo, que intentó quebrar la lucha mediante aprietes y mentiras. Sin embargo, los trabajadores impusieron el método de la asamblea y lograron expulsar a estos carneros. El gobierno manejó el discurso de ‘interna gremial' usando todos sus recursos mediáticos. El peronismo de Fellner y el radicalismo de Morales se posicionaron en favor de la empresa.

Fellner puso a la policía para cortar el paso de una movilización a la Casa de Gobierno y la plaza central, intención que no prosperó por la gran presión de la multitudinaria marcha.

Los obreros expresaron su descontento con el gobierno y lo tildaron de entregador, y de estar con la Roggio y no con el pueblo. Cada obrero que habló hizo un llamamiento a que el pueblo entienda su lucha y no se deje llevar por lo dicho en los medios. Sobre todo, plantearon que ellos mismos pueden hacerse cargo de la producción y tomar el control de cada rincón del ingenio, y que ese control beneficiaría al pueblo en su conjunto y no a un puñado de empresarios.

Más ajustes y tarifazos

En Jujuy, el boleto del colectivo ha aumentado un peso en tres meses y hay una presión de los empresarios para aumentar más y recortar los abonos para trabajadores y estudiantes. Los aumentos de la luz, el agua y el gas se dan todos los meses: las boletas de las familias más humildes de Jujuy sobrepasan los 150 pesos, la tarifa más cara de todo el país.

El trabajo en negro y precario sigue siendo del 40% en la provincia, donde la mayor parte es trabajo del Estado.

La marcha no sólo contó con una gran presencia de los trabajadores del ingenio sino también con los compañeros de la Naranja Municipal, una agrupación que debutó esta semana en las elecciones de delegados, donde sacó el segundo lugar, a ocho votos de la burocracia sindical del Sindicato de Obreros Municipales  (Seom), conquistando un subdelegado clasista.

También contó con la presencia de los compañeros de Zapla, Tribuna Docente, de la UJS y una gran columna del Polo Obrero de San Salvador, San Pedro, Palpalá y Perico.