Con la inscripción del frente de Juntos por el Cambio, la alianza política patronal presentó su “Acuerdo Programático” de cara a las próximas elecciones. Se trata de un recetario de medidas dirigidas a satisfacer los intereses y necesidades de los capitalistas, a costa del ataque a los trabajadores.

El frente, cuya interna a la candidatura presidencial lideran Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, imprimió un programa que refleja las posiciones vertidas por ambos exponentes en los cabildeos y encuentros patronales.

En términos económicos se proponen un “plan de estabilización”, que parte de la eliminación del cepo cambiario y una devaluación abrupta o, en sus palabras; “una rápida unificación del tipo de cambio”. Está claro que estas medidas impulsarían, justamente, la inflación y un salto en los precios de los bienes y servicios donde impacta el valor del dólar: la gran mayoría.

Dentro de este plan de estabilización, Juntos por el Cambio plantea reducir la inflación “con la reducción del gasto público” –algo que ya desenvuelve el gobierno del Frente de Todos – Unión por la Patria con ajuste- “terminar con los privilegios y regímenes de excepción” (¿se referirán a las cajas jubilatorias especiales?) y la reducción de “impuestos al trabajo” (no a los trabajadores), retenciones –con el subsiguiente aumento en alimentos y otros productos- e ingresos brutos.

En relación a los “impuestos al trabajo” a lo que se refieren es a los derechos laborales como los aportes a la obra social y la jubilación, o al Pami. No se trata de impuestos sino de rechos previsionales, sociales y de cobertura médica. Algo que también se desarrolla bajo el concepto de “regímenes especiales”, donde lo que se busca es atacar las cajas jubilatorias de docentes, profesionales y otros.

Además, agregan la pretensión de “convertir a la Argentina en un país exportador” pero sin ninguna mención al valor agregado de dichas exportaciones, lo que en criollo es seguir apostando a la matriz agroexportadora que solo beneficia a la oligarquía del campo, las multinacionales exportadoras y algunos otros pocos sectores. Esto se hace también extensivo a la explotación minera y de los recursos naturales en manos de las multinacionales exportadoras.

Reformas antiobreras

En el terreno de los derechos y reivindicaciones de los trabajadores a Juntos por el Cambio no solo no se le cae una idea que beneficie a quienes viven de su trabajo. Por el contrario, son todas propuestas de ataque y hasta acusaciones indignantes.

Desde Juntos por el Cambio se proponen “dinamizar las negociaciones colectivas” -profundizando lo que este gobierno ya está haciendo-, con la colaboración de la burocracia sindical, para que “puedan surgir los cambios del trabajo”. En este cuadro proponen “nuevos marcos normativos laborales, tributarios y jurídicos” y estímulos para aumentar la productividad: es decir mayor explotación laboral.

Introducen la creación de “fondos de cese laboral para actividades de alta rotación de adhesión voluntaria” –habría que ver bajo voluntad de quién- para que los trabajadores se paguen su propia indemnización por despido y carezcan del ítem antigüedad, como ocurre en la construcción.

Respecto al trabajo informal y las vulneraciones patronales en los lugares de trabajo prácticamente plantean legalizar la ilegalidad, poniéndole “freno a la industria del juicio” y “modificando el sistema de multas por infracción a las leyes laborales”.

Sobre los programas sociales plantean erradicar el Potenciar Trabajo “con una transición a la baja”, poniéndole fecha de caducidad a la asistencia social directa del Estado. Y plantean extender a todo el país las “prácticas formativas” con las que Larreta obliga a estudiantes secundarios a aceptar trabajos ultraprecarizados.

Un eventual gobierno de Juntos por el Cambio también terminaría con la provisión de alimentos a los comedores populares con el pretexto de transferencias directas a los beneficiarios, algo que ya ocurre (insuficientemente) con la Tarjeta Alimentar.

Un programa netamente patronal

Entre otros puntos, desde Juntos por el Cambio proponen adaptar más la educación a las necesidades del mercado privado, para lo que se proponen extender las “prácticas profesionalizantes” y “promover la oferta de carreras universitarias cortas”.

En materia de seguridad plantean una mayor militarización de las ciudades y barriadas obreras transfiriendo “fuerzas federales de la frontera a zonas críticas como Rosario y el conurbano bonaerense” e incorporando progresivamente a las Fuerzas Armadas en “tareas de apoyo, transporte y logística”. Recordemos que los resultados de esta política ensayada por Patricia Bullrich terminaron con el asesinato de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y el empleo de estas fuerzas para reprimir jubilados frente al Congreso.

El programa presentado por Juntos por el Cambio destila planteos y reivindicaciones de la clase capitalista por todos los párrafos y propuestas, sin lugar alguno para una sola reivindicación de los trabajadores. Es una declaración de guerra contra la clase trabajadora y los explotados.

La campaña de la lista del Partido Obrero y el MST en el Frente de Izquierda Unidad no solo es una garantía de lucha contra estos sectores patronales, sino también un canal político de expresión de los trabajadores y sus planteos en las próximas elecciones.

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