El pasado sábado 16 de abril fue asesinada Ayelén González, de 25 años, vecina de barrio Alvear e integrante del Polo Obrero de Rosario. El homicidio fue resultado de que ella enfrentó a una persona que estaba disparando tiros al aire cerca de su casa, poniendo en riesgo a su hijo y al conjunto de vecinas y vecinos. Todo esto quedó registrado en un video que se hizo viral, donde se ve a quien luego sería su asesino: un adolescente de 14 años, parte de una familia pobre, que está vinculada al gran delito como su último eslabón.

Ayelén se había acercado al Polo por medio de un empadronamiento, de los que impulsamos diariamente con nuestra organización en los barrios para organizar la lucha contra el hambre y la pobreza. En esa oportunidad habíamos invitado a las vecinas a participar de la pasada movilización del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Sus compañeras relatan que desde ahí Ayelén quedó cautivada con la combatividad de nuestra organización y siguió organizándose con el Polo Obrero, mostrándose solidaria en nuestros merenderos y participando activamente del reciente plan de lucha piquetero que llevamos adelante en todo el país.

Familiares y amigxs se movilizaron a Tribunales provinciales para exigir Justicia, reclamando protección integral para los testigos del crimen y que el Estado se haga cargo del seguimiento de un adolescente que creció en un contexto de criminalidad. La familia tuvo una intervención destacable por apartarse de la remanida línea punitivista, que obvia las raíces de este tipos de crímenes para reclamar un endurecimiento del Código Penal, que desde las leyes Blumberg a esta parte demostraron ser un fracaso para resolver la inseguridad ciudadana y solo servir como instrumento para empoderar a la policía del gatillo fácil.

Este calvario que viven las familias trabajadoras en los barrios es responsabilidad del Estado, en cuyo seno anida el delito organizado que abulta las cajas negras del poder.

Basta de zonas liberadas

El asesinato de nuestra compañera es el resultado de las zonas liberadas que azotan a las barriadas rosarinas. En lo que va del año ya son 80 las personas asesinadas en Rosario, en la mayoría de los casos por crímenes narco, algo que no ha revertido en lo más mínimo la presencia de la Gendarmería enviada por el gobierno nacional.

El mismo día en que se reunía el Consejo de Seguridad de Santa Fe con el gobernador Perotti y demás funcionariado frente a esta crisis, un policía retirado disparaba a mansalva en un barrio de Rafaela con el arma que le debía haber retirado el Estado, en una muestra clara del fracaso completo de esa reunión.

La responsabilidad de la inseguridad ciudadana es de los gobiernos de Perotti, Javkin y Fernández, que forman parte de un régimen político que sostiene la privatización del Paraná, que funciona como un colador del gran delito. Que no han desmantelado a la narcopolicía santafesina y protegen a un poder judicial podrido hasta la médula, porque de esa manera defienden sus propios intereses.

Reafirmamos nuestro compromiso de luchar contra este régimen social de barbarie. Abrazamos a la familia de Ayelén y a todos los compañeros y compañeras de militancia cotidiana del Polo Obrero de Barrio Alvear en su reclamo de justicia.

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