Kobak y sus compañeros están libres

Entrevistamos a José "Pepe" Kobak. Estuvo ocho días preso, junto a Santiago y Alejandro Navarro, por reclamar contra el fraude electoral en la localidad de Los Ralos el domingo 23 de agosto último.


 


-¿Cómo sucedieron los hechos el día de la detención?


 


-Desde los días previos había un clima de fraude. El domingo empezó con irregularidades. Nos llegaba la información de mesas que no se abrían, presidentes de mesa que no dejaban a los fiscales ubicarse ni hacer su tarea. Hacia el final de la jornada nos juntamos con Marcela López (candidata a subcomisionada) para ir recibiendo a los compañeros que venían con los datos de las escuelas. Allí, aproximadamente a las 22, nos dan la noticia de lo que había ocurrido. Que había patotas en ambas escuelas y que en una de ellas (Lizondo Borda) se habían alzado con seis urnas. Más tarde nos informan que Santiago Navarro (pareja de una compañera del Polo Obrero) había sido aprehendido en la escuela cuando se acercó a ver qué había sucedido, y si su compañera estaba bien. Ante este hecho nos dirigimos a la comisaría local. Planteamos el problema y nos indican que nos acerquemos a la escuela y busquemos hablar con el oficial a cargo del operativo. Nos concentramos frente a la escuela. Sin poder hablar con el oficial y sin mediar palabras, dos trafics salen raudamente por el portón. En ese momento desatan una represión policial. Allí es herida Lidia Kobak, Marcela y Gabriela (del PO) y soy detenido junto a Alejandro Navarro.


 


A mí me llevan con personal de civil y en un auto sin chapa patente. Me encapuchan con mi propia campera y me pasean 10 minutos. Allí sufrí golpes e insultos referidos a mi condición de militante de izquierda. Luego me llevan a la comisaría del pueblo, desde donde me trasladan hacia la brigada de investigación Este. En ese lugar seguimos siendo hostigados hasta que nos llevan a la fiscalía a declarar.


 


-¿Cuáles fueron las condiciones de detención?


 


-Desde nuestra llegada hasta la liberación fueron las mismas. Estuvimos junto a presos “comunes”. En un espacio reducido de 5 x 5 metros llegamos a estar 20 personas. Durante la noche nos debíamos arreglar en esas condiciones para dormir. No hubo trato con el carcelero más allá del normal.


 


-¿En qué momento toman conciencia de la campaña que se estaba desarrollando por su libertad?


 


-Desde un principio entendí que nuestra organización iba a desarrollar acciones por nuestra liberación. A partir de la primera visita de los compañeros, en donde me explican la situación, pude tener dimensión de la crisis política general que se había generado. Vimos en la televisión las movilizaciones y los carteles pidiendo nuestra liberación.


 


-¿Cómo fue la relación de ustedes con los otros detenidos?


 


-Fue algo sorprendente. Hay una especie de ritual que consiste en contar la causa por la cual uno fue detenido. Luego de eso, quedó claro para ellos que nuestro caso tenía otros ribetes. Rápidamente se pusieron de nuestro lado. Más aún cuando vieron en la televisión el reclamo de nuestra libertad. Siempre nos trataron con respeto. Compartimos la comida y largas charlas.


 


-¿Qué te queda de esta experiencia?


 


-Ya en 2006 fui detenido por un reclamo contra el aumento del precio del boleto de colectivo. Entonces, con una pueblada lograron nuestra liberación. Creo en el Partido Obrero porque sé cómo actuamos. Los Navarro, a pesar de momentos de crisis por las condiciones de detención, también confiaban en nuestra organización.


 


-¿Qué impresión tenés de la posibilidad de denunciar a los responsables de esta falsa acusación?


 


-Desde un primer momento me di cuenta de que la fiscal no tenía en cuenta nuestras declaraciones. Nosotros denunciamos los apremios ilegales por parte de la policía. La fiscal nunca arbitró los medios necesarios para comprobar eso, lo cual la deja como una cómplice de esta situación. En ese sentido la fiscal jugó un rol hasta el final. La derrotamos con la movilización. Ahora debemos buscar a los responsables de la represión y las falsas acusaciones, para exponerlos ante el pueblo y denunciar sus responsabilidades.


 


-¿Querés agregar algo más?


 


-Para todo el mundo es más que evidente que nos gobierna un régimen de impunidad. Ahora lo he podido verificar en carne propia. Pero desde hace nueve años que la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad viene mostrando que el Estado, la Justicia y el gobierno son los responsables de esta situación.