Políticas

4/6/1998|587

La Alianza de Capital, “El Padrino IV”

La ‘menemización’ de la Alianza es realmente vertiginosa. En el término de dos semanas, se deschavaron un cobro de coimas en la Legislatura, orquestado por funcionarios radicales y luego los manejos turbios en la contratación de la recolección de basura y en la utilización de recursos públicos para la campaña de De la Rúa. Fueron estos episodios los que llevaron entre otros, a la renuncia de Rodríguez Giavarini. En ambos estuvo la mano del aparato radical y especialmente de Nicolás Gallo, el secretario de Producción y Servicios del gobierno porteño. La voracidad de estos candidatos al poder, no los deja esperar a tener la “caja grande” en el ‘99, están saqueando la “caja chica” de Buenos Aires.


Uno de los datos más interesantes, sin embargo, con vistas al futuro de esta “Alianza”, es el tejido de complicidades, intrigas y traiciones que la desgarra por dentro. A las 24 horas de conocerse el ‘affaire’ de Giavarini-Gallo, el Frepaso salió a pegarle a los radicales en un plenario nacional de dirigentes de la corriente. “No vamos a defender corruptos, ni a los nuestros ni a los de otros partidos”; “No puede haber una campaña interna con dinero que no es explicable. La Alianza no se financia con propaganda institucional” pontificó Chacho Alvarez (Clarín, 24/5). La Meijide, ungida candidata en la misma reunión, no quiso quedarse atrás, “A Graciela Fernández Meijide no le va a temblar la mano para investigar cada acto de corrupción que sumieron en la desesperanza a la gente”, dijo hablando de si misma (ídem). Muy distinta fue en cambio la política del Frepaso en la Legislatura. Cuando los bloques del PJ y Nueva Dirigencia reclamaron que se cite a Gallo al recinto, para que explique la polémica licitación de recolección de residuos, “la decisión de sacar a Gallo del ojo de la tormenta la tomó el bloque de la Alianza UCR-Frepaso, que protegió al secretario del jefe de Gobierno porteño Fernando De la Rúa, de una interpelación en el recinto” (Perfil, 29/5). “El frepasista Abel Fatala se encargó de apoyar a sus socios radicales en la decisión de impedir la interpelación del secretario” (ídem).


Pero hay más. Radicales y frepasistas, están tratando de acotar la investigación sobre el escándalo de las coimas. Según Ambito Financiero (29/5), no solo los radicales están implicados. Aníbal Ibarra del Frepaso, es acusado por la bancada de Béliz, de haber nombrado a uno de los gestores de coimas, el secretario administrativo Rubén Garvaglia y de haber designado como instructor del sumario interno, a Juan Carlos López, su amigo íntimo y ex-cuñado.


La corrupción, la hipocresía y la impostura que campean en la Alianza, hacen pensar menos en honestos demócratas, que en la familia Corleone.