Políticas

8/11/2025

La banca del kirchnerismo se suma al bloque de Llaryora en la Legislatura de Córdoba

El diputado Federico Alesandri se pasó a las filas de un gobierno colaborador de Milei

Llaryora, Alesandri, Calvo. (Foto: Diario Perfil)

En los últimos días se formalizó el pasaje del diputado provincial, Federico Alesandri, al bloque que responde al gobernador Martín Llaryora en la Legislatura de la provincia de Córdoba. Bien visto, lo sucedido forma parte de una política de integración de fuerzas del PJ-Kirchnerismo a las filas del cordobesismo.

El cambio de bancada en la Legislatura responde a una integración política, que mucho tiempo antes se fue expresando con fuerza en los sindicatos. En efecto, las conducciones gremiales del PJ Kirchnerismo se comportan de manera reacia a desenvolver el más mínimo plan de lucha que choque contra el gobernador de Córdoba, que es uno de los principales colaboradores del régimen de Milei.

Además, antes que Alesandri, hubo referentes políticos (y sindicalistas, vale la reiteración) que se pasaron con armas y bagajes al cordobesismo, Martín Gill entre ellos. Este último fue candidato en la lista K (electo diputado nacional no asumió la banca para darle el lugar a Pablo Carro), y tiempo después también se integró como ministro del gobierno provincial. Cabe recordar que renunció a su cargo por una denuncia en su contra por violencia de genero.

El kirchnerismo activa su discurso anti cordobesismo en campaña electoral, pero luego regresa a la pasividad, aunque también actúa en rechazo de toda acción independiente, y desde abajo, que es la clave para conquistar los reclamos obreros y populares. En ese sentido, la histórica huelga de los trabajadores del Hospital Garrahan, que arrancaron el 61% de aumento salarial, es una demostración palmaria que luchar rinde.

De modo que cuando Alesandri, en defensa de su integración a las filas del cordobesismo, dice que lo hace para evitar que “Córdoba no quede en manos de Milei”, comete una estafa. Porque para impedir un avance de los libertarios hay que luchar ahora contra la motosierra de quienes gobiernan Nación y provincia.

Cabe remarcar que en Córdoba, Llaryora se ufana de hacer un ajuste fiscal superior al de Nación, pero “con la gente adentro”, insólito. Sin dudas el superávit del que tanto habla el cordobesismo, Natalia De la Sota incluida, se basa en una feroz confiscación de jubilaciones y de los salarios de estatales. En este cuadro, la docencia de la mano de UEPC-Capital no baja la guardia, y sigue reclamando la reapertura de paritarias.

Las fuerzas del kirchnerismo no luchan contra Llaryora. Un ejemplo de esa línea es el proceso de privatización de la Empresa Provincial de Energía (EPEC) que está pasando sin plan de lucha, en la misma línea que dejan pasar la motosierra sobre jubilaciones provinciales a través de la Ley 10.694.

Pero con los antecedentes sobre la mesa, Alesandri dice que “si no queremos dejarle la provincia a los libertarios, hay que trabajar por la unidad del peronismo. Mantengo mi postura en las críticas que hice al Gobierno provincial, pero hay que trabajar para que Córdoba no quede en manos de Milei”, es decir todo en clave electoral pensando en el 2027. De todas maneras, la provincia ya está en manos de los principales colaboradores del liber facho.

La incorporación de Alesandri se hace mediante el uso del artículo 57 del Reglamento Interno de la Cámara. El electorado que vio en la lista del kirchnerismo un voto opositor al gobierno provincial queda de lado, y se produce lo contrario, es decir que fueron estafados, una vez más.

Así las cosas, el gobierno provincial que salió fuertemente derrotado del proceso electoral busca salir al cruce de una situación de crisis en la Legislatura. Sucede que es probable que la banca que ocupa Bernardo Knipscheer, pareja de Natalia De La Sota, deje el bloque oficialista para armar uno propio. Esto como parte de una interna que sigue su curso. De todas maneras, el gobierno provincial busca “curarse en salud”. Además, también actuarían en coordinación con el bloque cordobesista el diputado del PRO Agost Carreño, presidente del partido amarillo en Córdoba.

De manera que en el bloque oficialista actuarían en común desde elementos provenientes del kirchnerismo hasta el PRO. Juntos votarían el presupuesto 2026, como primera prueba de compromiso. Todo ello en función de gobernar a favor de los intereses capitalistas que dominan la provincia.

La incorporación de Alesandri se da en un contexto de pobres resultados electorados obtenidos y la división del peronismo también en Córdoba ha envalentonado a la oposición patronal, aunque el camino al 2027 estará atravesado por una intensa lucha de clases que modificará el cuadro electoral. Por lo pronto, Llaryora acudió sumiso a la reunión de Milei con los gobernadores, como muestra cabal que seguirá el colaboracionismo, y el apoyo a las reformas reaccionarias del gobierno.

En oposición a la orientación de ajuste y reforma laboral de quienes gobiernan Nación y provincia es necesario impulsar una intervención independiente desde el campo de lxs trabajadores. En ese sentido, la convocatoria a un plenario de trabajadores ocupados y desocupados, convocado por sindicatos combativos, y organizaciones piqueteras, que se realizará el próximo 18 de noviembre. 

En conclusión, la integración de fuerzas y políticos del kirchnerismo a las filas del cordobesismo marca la inviabilidad del espacio K en construir una alternativa al personal político que viene gobernado la provincia desde hace décadas. Es necesario desarrollar a fondo la lucha, solo sobre esa base se puede construir una fuerza que levante un programa de gobierno provincial sobre nuevas bases sociales.