Políticas

21/2/2013|1257

La batalla de Salta

Un disfraz patriótico

Mientras el bicentenario de la Batalla de Salta debiera ser objeto de una auténtica deliberación popular, en un país en donde la independencia nacional es una asignatura pendiente, tanto Urtubey como Romero lo transformado en un escenario de campaña. La Batalla de Salta, en 2013, no es otra cosa que poner fin a los regímenes entreguistas, como los de Urtubey y Romero.


Los dos ricachones se muestran como los defensores de una gesta patriótica, pero han sido los artífices de la mayor entrega de los recursos naturales en la historia de Salta. Los enormes beneficios entregados a las empresas mineras, la prórroga de contratos de las petroleras responsables de la desinversión en el norte, la defensa rabiosa que ambos hicieron de la norteamericana Seabord Corporation dueña del ingenio tabacal contra sus trabajadores y todo el pueblo del departamento de Orán, solo por mencionar algunos casos. Los cruces heroicos al Altiplano, hoy la ruta de tráfico del narco negocio protegido por el Estado.


Urtubey y Romero han armado una innumerable cantidad de actos para esta semana. Los legisladores del Partido Obrero no han participado de ellos. Sí estaremos junto a los trabajadores y al pueblo de Salta que lucha contra el impuestazo, por el derecho a la vivienda, por las libertades públicas y contra la impunidad, y construyendo junto a ellos una alternativa política de los trabajadores. Es en la ruta de estas luchas que se abrirá paso una autentica emancipación nacional y social.