Políticas

27/11/2008|1065

La Bonaerense, Faggionato Márquez y el galpón

Cuando la Policía Federal allanó un galpón en San Miguel, donde había 750 kilos de cocaína, encontró a tres policías bonaerenses cómodamente sentados a una mesa con dos narcotraficantes mexicanos. Los “patas negras” habían entrado ahí mientras el lugar era vigilado por los federales, que debieron apresurar la operación y, según dicen, se vieron impedidos por eso de detener a los “pesados” de la banda.

Los policías de la provincia “alegaron que estaban haciendo un procedimiento para el juez federal de Campana, Federico Faggionato Márquez, en el marco de la ‘ruta de la efedrina’. Pero no tenían orden de allanamiento” (Clarín, 19/11).

Lo del procedimiento es una mentira grosera. Los bonaerenses habían llegado al lugar en un auto particular, tocaron la puerta y entraron, sin refuerzos. Nada indicaba que se tratara de un procedimiento judicial (los narcos no estaban esposados y charlaban con sus visitantes tranquilamente). Entre ellos estaba el comisario retirado Alberto “El Patón” Molina, ex candidato a intendente de General Rodríguez por el Partido Vecinal, por supuesto de derecha, amigo de Juan Carlos Blumberg y abanderado de la “mano dura”. Ahora “investiga” el triple crimen de General Rodríguez por cuenta de la viuda de Damián Ferrón, uno de los socios (o aspirante a serlo) del cartel de Sinaloa asesinado ahí con Sebastián Forza y Daniel Bina. Según Molina, por esa investigación había ido al galpón.

Sin embargo, según fuentes de la Federal, durante la larga investigación que condujo al procedimiento en San Miguel y en los muchos folios del expediente, no aparece nada que vincule ese caso con el de la efedrina ni con el triple crimen, de modo que el argumento de Molina se cae por sí.

Pero lo más grave del asunto es que, una hora después de producido el incidente con la Federal, llegó la orden de allanamiento firmada por Faggionato Márquez, de modo que los agentes bonaerenses que charlaban con los narcos en el galpón de San Miguel quedaran debidamente cubiertos. La orden la llevó el jefe de Narcotráfico de Campana, Honorio Rodríguez, cabeza policial de la investigación de la “ruta de la efedrina”.

Ahora, dos miembros del Consejo de la Magistratura, el senador radical Ernesto Sanz y el diputado peronista Carlos Kunkel, han presentado contra Faggionato Márquez el enésimo pedido de juicio político, de los muchos que ya acumula ese juez. Entre otras cosas está acusado “de pedir coimas, manejar una banda con policías corruptos, extorsionar empresas y hasta de haberse quedado con la cosecha de un campo ajeno” (Clarín, 21/11). Un paradigma de la Justicia argentina…

Pero, abundar en claridad, conviene subrayar lo ocurrido: un grupo de policías bonaerenses estaba de visita en un galpón de narcotraficantes y, sorprendidos por federales, se cubrieron con una orden de allanamiento librada por Faggionato Márquez a posteriori.

Todavía no puede saberse qué profundidad tiene este pozo ciego, pero el hedor no se aguanta.