Políticas

9/10/1997|560

La Cámara de Comercio de EE.UU. da el ‘okay’ al programa de la Alianza

El programa de la Alianza no tiene desperdicios. Los representantes de los grandes grupos imperialistas norteamericanos que escucharon su explicación de boca de Alvarez y Terragno quedaron literalmente atónitos.


“Los hombres de negocios se miraron casi asombrados ante semejante expresión (de Alvarez, en defensa del plan económico de Menem). Algunos hasta la interpretaron como un elogio al Presidente”, comentó El Cronista (2/10). Y no es para menos.


El programa defiende las privatizaciones, la entrega y toda la legislación antiobrera aprobada desde 1989 en adelante, y propone avanzar por la misma senda.


Cero en Presupuesto


Un punto medular del Programa es la propuesta de “Presupuesto base cero”. Este es el gran reclamo del FMI y de la banca internacional. Por eso, el ultramenemista Roberto Alemann dijo que el planteo “era bravísimo”. Desafió a la Alianza a ponerlo en práctica, porque, según Alemann, Menem no pudo hacerlo (Ambito, 2/10).


El “Presupuesto base cero” significa que no se da por válido el gasto público actual y se revisan, a partir de cero, todas las partidas presupuestarias actuales. Claro que hay una excepción: el pago de los intereses de la deuda pública, que ya absorbe el 30 por ciento de la recaudación impositiva. Esos intereses son del orden de los 7.000 millones de dólares anuales. Entonces, el Presupuesto Cero no tiene nada de ‘cero’, sino que es por lo menos de‘treinta’; su propósito es necesariamente garantizar el pago de esos intereses, a través del recorte de los demás rubros del Presupuesto. Por eso, Alemann dice correctamente que “si lo hacen tendrán que eliminar personal”.


El objetivo del Presupuesto Cero consiste, como les dijo Machinea a los representantes de los pulpos norteamericanos, en “que en los próximos años será necesaria una disciplina fiscal muy grande” (BAE, 2/10). Significa que no hay plata para los maestros, no hay plata para los jubilados, no hay aumentos salariales para los empleados públicos….


En efecto, el programa de la Alianza no dice una palabra sobre aumentos a los jubilados. Peor aún, en el capítulo “Trabajo”, propone “la eliminación de cargas que indebidamente soportan las PYMES” y “estímulos impositivos” a las patronales, lo que significa reducir los aportes empresarios que financian las jubilaciones, las obras sociales y el PAMI, lo que lleva a deteriorar más el sistema previsional, los sueldos y la salud de los trabajadores.


‘Abajo los docentes’


Así, Chacho Alvarez se encargó de precisar a los pulpos norteamericanos que Roque Fernández tiene razón contra los docentes. “Parte de lo que dijo Roque Fernández sobre los ñoquis es cierto. Hay muchas escuelas y maestros fantasmas e inexistentes que cobran religiosamente todos los meses” (Ambito, 2/10). El Presupuesto Cero apunta entonces a despedir maestros.


En la misma reunión con los pulpos yanquis, Machinea dijo que “hay que desregular las obras sociales” (ídem), algo que ya empezó Menem y que es un paso clave en la privatización de la salud.


El Programa de la Alianza propone también “establecer un mecanismo automático para la devolución del IVA a los exportadores. Cancelar mediante un título público negociable, y dando preferencia a las Pymes, las deudas con exportadores por IVA no devuelto. Restablecer los reintegros por exportaciones extraMercosur”. Con esto, el “Presupuesto base cero” pasa de 30 a 60.


Los maestros son ñoquis… pero los exportadores no lo son. Sin embargo, cobran subsidios típicamente ‘ñoquis’, porque cobran por lo que no producen. También es ‘ñoqui’ la posibilidad que tienen de no traer las divisas al país. El Programa no plantea siquiera investigar los negociados de sobrefacturación de las exportaciones, ni lo que se les devolvió por impuestos de exportaciones inexistentes, como en el caso del oro, ni mercaderías que se importan para luego reexportarlas con la finalidad de quedarse con los reintegros del gobierno. Hasta la propia DGI menemista dice que la mitad de lo que reclaman los exportadores es falso.


Acuerdo con el FMI


En la reunión con los pulpos yanquis, Machinea dijo que “la Argentina necesita un acuerdo con el FMI. Pero me parece que un acuerdo stand by es más fácil de cumplir que el de Facilidades Extendidas, pero si logramos este último bienvenido sea” (BAE, 2/10).


Los acuerdos con el FMI no son gratuitos. Se dan en base al cumplimiento de toda la política económica fijada por el FMI. Este plantea, por ejemplo, que para garantizar el pago de los intereses de la deuda se debe aumentar un 25% el impuesto al gas oil, algo que Menem hará después de las elecciones (con el voto del Congreso).


El FMI plantea continuar con la privatización de las jubilaciones, con nuevas transferencias de cajas provinciales a las AFJP; eliminar la jubilación mínima, y permitir que la medicina privada incursione como obra social.


La Alianza plantea un acuerdo restringido (stand by) con el FMI, porque como ha confesado Alvarez, la Alianza quiere un gobierno de concertación nacional justamente para poner en práctica las exigencias fondomonetaristas que Menem por sí solo no estaría en condiciones políticas de cumplir.


Privatizar la banca pública


“Si llegamos al poder no habrá marcha atrás con las privatizaciones de las empresas públicas. No puede haber marcha atrás en aquello que se hizo bien en los últimos años” (Machinea, ídem). Llama ‘bien’ a los hechos más manifiestos de corrupción.


Pero, para la Alianza, no se trata sólo de defender las privatizaciones menemistas. Alvarez propuso también privatizar el Banco Nación, el Banco Provincia y el Ciudad, algo que en este último caso ya está haciendo De la Rúa.


La privatización de esos bancos es el principal reclamo de la banca internacional, y además es casi lo único que falta privatizar. Alvarez planteó colocar el 49% de las acciones de esos bancos en la Bolsa, “para que tenga un funcionamiento transparente” (Ambito, 2/10). Según Alvarez, así no se perdería el control accionario del Estado de esas entidades.


Pero ‘flotar’ en Bolsa el 49% del capital es equivalente a una privatización completa. Porque lo que decide el valor de esas acciones y, por lo tanto, la propia solvencia del Banco, es el valor al que se cotizan en la Bolsa. A partir de aquí, es la Bolsa la que dicta el libreto a los directorios de las empresas. La presencia del Estado en el emprendimiento significa una garantía de ‘socialización de pérdidas’, llegado el caso, en beneficio de los capitales bursátiles.


Un vasto sector de la oligarquía y de la burguesía industrial quiere la privatización de los bancos al estilo planteado por Alvarez y, antes de él, por Duhalde. Es que así la banca estatal puede intervenir en la fijación de la tasa de interés a los préstamos que cobra a la oligarquía. Es “una banca testigo”, dijo Alvarez, o sea que sirve para subsidiar a la burguesía que se endeuda con ella.


En resumen, el programa de la Alianza es pro-imperialista de arriba abajo.