El sábado 27, el local de San Justo nos quedó chico. Más de 120 compañeros se dieron cita para participar del debate con Néstor Pitrola, candidato del Frente de Izquierda a primer diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. La gran asistencia encuentra explicación en la imponente elección del frente a nivel nacional y local, donde alcanzamos el 2,72% de los votos.

Balance de la campaña

Pitrola destacó que los resultados que arrojaron las primarias conformaron un mapa político en el cual hay dos ganadores: uno es el gobierno de CFK y el otro el Frente de Izquierda, que registró la mejor elección de la izquierda revolucionaria en décadas, superando holgadamente los 500 mil votos. Esta elección, en el marco de la bancarrota del capitalismo a escala mundial, abre un enorme campo de intervención política para desarrollar una alternativa obrera y socialista.

Tanto en el informe central, como en las intervenciones de militantes y simpatizantes -que participaron activamente de la campaña- se plasmó el despliegue y alcance que tuvimos en esta elección primaria: la presencia casi cotidiana de nuestros candidatos en los medios centrales del distrito -en particular la instalación como nunca de Romina Del Plá, nuestra candidata a intendente-, la colocación de 10 mesazos simultáneos a lo largo (y vaya que es largo) de todo el distrito durante el último mes de campaña, los piqueteos de fábrica, la presencia de más de 180 fiscales que defendieron el voto al frente como fieras, son algunas de las causas.

Los resultados

Con todo este esfuerzo militante dirigido a superar el 1,5% proscriptivo que impone la ley de los K conseguimos un 2,72% de los votos: unos 16 mil votos en la categoría a intendente (donde superamos a la Coalición Cívica), lo cual nos deja muy bien en el camino hacia el 23 de octubre y, a su vez, nos colocó entre los grandes ganadores del distrito. Aquí, los candidatos locales de Binner obtuvieron un 30% menos de los votos a presidente, y alcanzaron un magro 4%, a pesar de los sectores que se juntaron y la costosísima campaña que desenvolvieron.

Durante la charla, varios compañeros contaron que el triunfo del FIT se vivió como propio entre los compañeros en los diferentes lugares de trabajo y, entre los vecinos y parientes en los barrios. Ello plantea la necesidad de que en octubre vayamos por diputados nacionales del Frente de Izquierda, para utilizar la tribuna legislativa como complemento y expresión política de la acción directa en la lucha por las reivindicaciones más sentidas -como el 82% móvil, la eliminación de los impuestos al salario, la finalización del trabajo precario, la defensa de la vivienda popular y terminar con el Ceamse y la contaminación.

Un nuevo punto de partida

Luego del balance, en la charla se plantearon varias tareas para darle forma concreta a la nueva etapa de campaña (aunque, corresponde decirlo, nunca nos detuvimos, porque luego del 14 de agosto nuestra presencia en los medios locales y la continuidad de las agitaciones fue la constante). Las tareas aprobadas con entusiasmo fueron continuar con los mesazos el miércoles en distintos puntos del distrito, sumando zonas como Ramos Mejía, donde obtuvimos el 4% de los votos. La realización de 10 pintadas en los próximos días y la inauguración del local en Villa Scasso el 10 de septiembre. Otra resolución crucial fue conformar un nuevo comité de base que nuclee a todos los compañeros que se sumaron al calor de la campaña.

Los piqueteos en las grandes fábricas del distrito, colocando materiales específicos que aborden las reivindicaciones propias (en particular Mercedes Benz), fueron parte de la programación de actividades.

Con el enorme impulso de haber superado el primer escollo de las primarias, la fortaleza de comprobar como un gran sector de la población nos acompaña y la pasión de militar por una transformación social, el Partido Obrero de La Matanza sale a la palestra política dispuesto a dar una gran batalla.