La campaña de la Multisectorial por la Revocatoria del intendente Kammerath es un verdadero éxito. No solamente por las 70.000 firmas que se llevan juntadas, por las largas colas para firmar y la firme voluntad de echar a Kammerath que tenían los firmantes (algo que los medios debieron destacar), sino fundamentalmente porque ha abierto una crisis política. El Concejo Deliberante habilitó el martes 20 el tratamiento de la reglamentación del juicio político en quince días. La figura de pedido de juicio político existe desde que se sancionó la Carta Orgánica Municipal en 1995, pero hasta ahora no había sido reglamentada, en gran medida por la reticencia del oficialismo. Ahora, los diarios del domingo 25 informan que ha ingresado un pedido de revocatoria para el viceintendente y los 16 concejales del oficialismo, y el Tribunal Superior de Justicia se pronunció a favor de la revocatoria en un proceso similar contra el intendente de Río Tercero. Es decir, la campaña está jugando un papel de organización de la lucha contra el gobierno, que todos temen no termine en Kammerath y vaya por muchos más y por mucho más. Cuando De la Sota y Kammerath creyeron que diluían el reclamo, la Multisectorial lo potenció porque ha roto la trampa que pretendía desmovilizarla; la reglamentación del juicio político no implica que den lugar al mismo y, de hacerlo, dejan en manos de los concejales, cómplices de Kammerath, la decisión final. La decisión de todas maneras implica la necesidad de tirar lastre por parte de un gobierno en la cuerda floja y rechazado por el pueblo, y nos referimos a De la Sota, ya que al de Kammerath lo sostienen para impedir una caída en cadena.

El jueves 22, la Multisectorial hizo una concentración frente al Palacio de Justicia para reclamar por la revocatoria. En un acto de más de 300 personas, se ratificó el rechazo al juicio político amañado que pretende el oficialismo y el reclamo y la decisión de continuar con la revocatoria.

La campaña por la revocatoria se ha colocado en el centro de la crisis política, y es la preparación de una gran movilización que acabará con el gobierno municipal.