Tras dos trenes suspendidos, uno por TBA y otro por el gobierno nacional (opuesto a que viajaran personas acompañando los víveres, ropas, colchones y medicamentos recolectados), finalmente una caravana de camiones y un micro de piqueteros, obreros y estudiantes llegó a Santa Fe. Fue una odisea piquetera, porque 67 compañeros durmieron arriba del tren detenido en el Ferrocarril General San Martín de Retiro y se quedaron allí 36 horas hasta que partió la caravana con camiones cargados por un pasamanos de unos 250 piqueteros. La ayuda correspondió al Polo Obrero, la Federación Universitaria de Buenos Aires, la Unión Ferroviaria de Haedo, el Movimiento Teresa Vive y la fábrica Brukman. Pero lo más importante ha sido la entrega en forma directa a los damnificados, que era mandato de base de nuestras organizaciones, que no confían, después de las denuncias, en la distribución oficial y militar plagada de desvíos, clientelismo y arbitrariedad. Los camiones llegaron a dos puntos de la ciudad inundada. El Polo Obrero realizó un masivo acto con los camiones al borde del agua, desde donde vinieron los vecinos de los barrios Chalet y San Lorenzo, todavía inundados. Previamente se había realizado una asamblea con los pobladores que ya esperaban la ayuda. Todo se repartió en un marco fraternal entre vecinos mojados hasta la cintura, sin ningún arrebato, dando por tierra con la muletilla de los saqueos que se pretextan para justificar un control militar que repudiamos y que apunta a intimidar a la población. Fue una victoria piquetera de solidaridad que nos alienta a continuar con la campaña.