Políticas

17/8/2000|677

La “carpa de Ali Baba” de la Alianza

El gobierno coimeó a los senadores peronistas para que aprobaran la ley de reforma laboral. La iniciativa política de la operación (y la plata, claro) salieron de los ‘fondos reservados’ de la Side, manejada por Fernando de Santibañes, banquero y amigo personal de De la Rúa. El propio De Santibañes y el recordado Coti Nosiglia fueron los encargados de negociar con los senadores el ‘precio’ de cada voto.


La denuncia fue ‘sugerida’ nada menos que por Chacho Alvarez, vicepresidente y cabeza del Senado, a raíz de un enfrentamiento con el jefe de la Side por la ‘pinchadura’ de sus teléfonos y la difusión de sus conversaciones privadas. La reprodujo Joaquín Morales Solá en La Nación (1/8), que cita a un “viejo y conocido senador peronista” (que no es otro que Antonio Cafiero) que protesta porque “todo tiene un límite y nosotros también: no podemos vender las leyes”. La confirmación del ‘negocio’ vino de los propios senadores peronistas: cuando Cafiero quiso averiguar lo que había pasado, “dos senadores peronistas de provincias del litoral le habrían sugerido, con cara de pocos amigos, que domine su espíritu inquisidor” (Clarín, 6/8). Augusto Alasino, el presidente del bloque peronista en el Senado, es de “una provincia del litoral”.


Como es sabido, la ley de reforma laboral, que permite a las empresas despedir sin indemnización durante los primeros seis meses de trabajo y que establece que los contratos por empresa pueden fijar condiciones salariales y laborales inferiores a las de los convenios nacionales, era reclamada insistentemente por la burguesía y el FMI, que responsabilizaban al gobierno por las ‘demoras’ en su aprobación. Su sanción fue establecida como uno de los compromisos centrales con el Fondo Monetario.


De Santibañes es un banquero y, además, la cabeza del ‘Comité de Supervisión’ establecido por De la Rúa a comienzos de su mandato e integrado por, entre otros grandes capitalistas, un ‘capo’ de la IBM (hablando de coimas…). La bambolla que la Alianza hace alrededor de las citaciones judiciales a María Julia y a Alderete es para ocultar sus propias trapisondas. El gobierno aliancista es la continuidad del menemismo en su política y en sus métodos.


Chacho Alvarez dio a publicidad la coima luego de seis largos meses, sólo porque De Santibañes pinchó sus teléfonos y dio a conocer sus conversaciones personales. Flamarique, el ministro de Trabajo, que negoció hasta último momento con los senadores la aprobación de la ley laboral, es un miembro prominente del Frepaso. ¿Tampoco él sabía nada?


En el último día de funcionamiento de la antigua Legislatura porteña fueron aprobadas decenas de leyes, entre ellas la de “empleo público”, que es la versión “municipal” de la reforma laboral, y la formación de la Corporación del Sur, que habilita un gigantesco negociado inmobiliario en la Capital. El principal impulsor de estas leyes fue Ibarra, otro miembro prominente del Frepaso.


En sus inicios como ‘opositor’ al menemismo, Chacho Alvarez se hizo conocer por un libro que denunciaba algunos de los negociados del riojano: ‘La Carpa de Alí Babá’. Hoy la Argentina es “la carpa de De la Rúa, De Santibañes y… el Frepaso”.