Políticas

16/9/2021

La CGT defiende la “institucionalidad” del ajuste

A pesar del repudio expresado en las urnas, la burocracia sindical respaldó al presidente.

En medio de la colosal crisis política que atraviesa el gobierno luego de su derrota en las Paso, lo que provocó el golpe palaciego del kirchnerismo contra Alberto retirando a buena parte de sus ministros del gabinete, ahora la CGT emitió un comunicado para mellar en la situación. Mientras millones de trabajadores ocupados, desocupados y jubilados repudiaron al gobierno en las urnas porque el ajuste los sumerge cada vez más bajo la línea de pobreza, la burocracia cegetista se pone del lado de la defensa del presidente que los condena al hambre.

Al momento de escribirse estas palabras es tema de conversación en las calles, los canales de televisión y las redes sociales la filtración de un audio de la diputada kirchnerista Fernanda Vallejos. En el mismo acusa a Alberto de “ocupa”, “enfermo”, “atrincherado”, “mequetrefe” y otras yerbas. El salto en la crisis de la coalición oficialista es inobjetable. Ante este cuadro, la CGT convocó, luego de reunirse por varias horas en la sede de la UOCRA, a “defender la institucionalidad” y la “gobernabilidad constitucional” en un escrito de unos pocos párrafos. Con ello tomó una aparente distancia del “golpe palaciego” kirchnerista para volcarse sobre la defensa de Alberto y sus cuestionados ministros.

En el último tramo de la campaña la CGT apareció apoyando directamente a Alberto Fernández, porque les da un lugar privilegiado en las mesas de discusión con las patronales. En ese sentido se anota el “congreso de la productividad”, que lejos de tener por objetivo revertir o resolver los problemas que afectan a los trabajadores, viene a colocar a la reforma laboral y la liquidación de conquistas históricas de la clase obrera como el motor de la reactivación económica que el oficialismo augura que vendría. Detrás de su defensa de la “institucionalidad”, los caudillos de la CGT buscan posicionarse como el vehículo para avanzar sobre los convenios colectivos de trabajo y coronar la reforma laboral de hecho.

El comunicado dice: “construiremos la unidad del movimiento obrero para ser parte de la solución a los problemas que atraviesa la República Argentina con madurez y custodia de la paz social como elemento indispensable para el logro de la justicia social”. Así se cotizan como elemento de contención de la bronca popular, en medio de un quiebre de la coalición de gobierno y zozobra en el país. La advertencia es clara: si se ahonda la crisis política, se abre la puerta a un cuadro de irrupción de la movilización de los trabajadores contra toda la política de ajuste. La masividad de la jornada piquetera a escala nacional aparece como un síntoma de esto que teme la burocracia.

La confesión de parte de la principal central sindical del país evidencia el papel criminal que juega todo el arco de la burocracia sindical en un panorama en que la pobreza supera el 50%, la desvalorización del salario es permanente y el galope inflacionario no tiene control. La impostergable urgencia que se vive entre las familias obreras plantea entonces un rumbo opuesto. Los trabajadores no tienen ninguna perspectiva para enfrentar el ajuste bajo la dirección de los cuervos cegetistas, sino más bien todo lo contrario. La lucha contra el ajuste, contra los despidos y contra la reforma laboral será a pesar del chaleco de fuerza que es la burocracia de la CGT.

El camino para defender nuestras condiciones de vida se encuentra en la deliberación en asambleas y por lugares de trabajo, en la movilización popular, en la huelga, en la ocupación de toda fábrica que cierre o despida y, claro, en la tarea estratégica de recuperar las comisiones internas, los sindicatos y las organizaciones obreras de las garras de la burocracia entreguista y ajustadora.