Políticas
19/7/2024
La CGT deja pasar un nuevo ataque al salario mínimo
Los patrones ofertaron $30 mil pesos de aumento (5 kilos de asado), lo que llevaría el salario mínimo a $264.500 a cobrar en noviembre.
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Consejo del Salario.
La CGT calificó la propuesta de los capitalistas argentinos de vergonzosa e inaceptable, y la CTA yaskysta de demostración de que “hay un acuerdo para perpetrar el hambre” con el apoyo del gobierno de Milei. Chocolate por la noticia.
Tanta indignación, sin embargo, no fue acompañada de ninguna respuesta de lucha de parte de la burocracia sindical, por lo cual la resolución del salario mínimo quedará en manos de un decreto del Poder Ejecutivo.
La propuesta patronal es 135 mil pesos por debajo de la línea de indigencia a valores del pasado mes de junio, lo que implica una guerra sistemática e inocultable contra los salarios obreros porque incide en los trabajadores registrados, como referencia para los trabajadores no registrados o informales, y determina el piso de las jubilaciones, establecido sobre el 82% del SMVyM.
Un informe de la propia CTA de Hugo Yasky describe este crimen contra la clase obrera: “El retroceso histórico se evidencia también en la comparación del salario mínimo con las líneas de pobreza y de indigencia. Este salario solo sería suficiente en julio para comprar el 56,8% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y un 25,6% de la canasta de pobreza, relaciones comparables a las vigentes en la crisis final de la convertibilidad en 2001/2002″. (Clarin, 19,7).
Una CGT subordinada a las patronales, al gobierno y al imperialismo
Con la “indignación” a cuestas, al día siguiente de este bochornoso Consejo del Salario, la CGT se reunió con el embajador norteamericano Marc Stanley (algo que ya hizo también en su momento la CTA de Hugo Yasky). En la reunión, el burócrata colaboracionista con la dictadura genocida, Gerardo Martínez, que encabezó la delegación cegetista, destacó que la reciente reunión de la CGT con el Poder Ejecutivo “inauguró un ciclo de buenas relaciones con el gobierno, algo que la central obrera intentará sostener: Apostamos que eso se mantenga, que no sea una cuestión circunstancial o discrecional sino parte de una política establecida por parte del gobierno, porque desde la CGT consideramos que, ante los problemas graves que se da estructuralmente en la Argentina, no hay ninguna administración política que en la soledad pueda resolver esos problemas estructurales” (Infogremiales, 19.07).
En el Ministerio de Capital Humano, primero cuando se reunieron para pactar con el gobierno, y luego con las reuniones en la Secretaría de Trabajo en la mesa del salario mínimo, y con el embajador yankee al día siguiente, la burocracia sindical firmó con sangre su compromiso de sostener hasta el final la política de guerra del gobierno de Milei contra la clase obrera, poniendo en evidencia no solo la orientación de la CGT sino la postura de todo el peronismo.
La contracara
Los trabajadores del neumático y su sindicato, el Sutna, enfrentan una ofensiva sin precedentes de todas las patronales del gremio, con despidos y ataques a las condiciones laborales, de parte de enormes pulpos con ganancias siderales que se acogen a falsos recursos preventivos de crisis para atacar a sus trabajadores, y a medidas de choque como el lock-out de la multinacional Bridgestone.
En este cuadro, convocaron a una reunión abierta para organizar una gran marcha contra los despidos y por la defensa de todos los derechos obreros cercenados por el gobierno derechista que, sin duda, será una gran respuesta de los trabajadores del neumático y del sindicalismo combativo.
La lucha para derrotar la ofensiva del gobierno antiobrero de Milei y de todos los gobernadores va de la mano de enfrentar y superar a la burocracia sindical entreguista, recuperando los sindicatos y colocándolos al servicio de los trabajadores.