La clase obrera con los piqueteros
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La Semana Federal culminó con una masiva marcha de más de 30.000 compañeros en Buenos Aires. El dato fue, otra vez, la confluencia piquetera con paros masivos, cortes de rutas, piquetes y movilizaciones de estatales, docentes y municipales. El movimiento piquetero expresó una unidad que no tenía desde el 2001, porque en esta Semana Federal confluyeron la CCC y los MTD Aníbal Verón.
La unidad obrera piquetera se extendió por todo el país.
En ciertas provincias la unidad de los sindicatos con el movimiento piquetero se presenta como llave para derrotar a los gobiernos respectivos.
En Tucumán hubieron 20 cortes y se preparan jornadas masivas para el 23 de junio y una “marcha pata y a pulmón” con UDT y Atep (docentes), ATE, Soem y otros gremios, y centros de estudiantes. Los 50 pesos ofrecidos por Alperovich han sido rechazados por todos los gremios excepto Sanidad, cuyas bases repudian el arreglo. El movimiento piquetero se moviliza contra el corte de la asistencia social y contra el clientelismo del gobernador. El Polo Obrero ha planteado, en los plenarios conjuntos sindical-piqueteros, la constitución de un comando único.
En Salta, la movilización “federal”, unos 3.000 compañeros, fue mitad piquetera y mitad estatal, uniendo a la CCC, el Polo y a ATE. Una autoconvocatoria docente arrastró a todo el sindicato al paro general, en el que también participaron los judiciales (que llevan dos meses de huelgas). En la Legislatura provincial entró un proyecto de salario mínimo de 720 pesos (la canasta básica) elaborado, en parte, por la CTA y presentado por los diputados del Partido Obrero.
En Chaco, después del histórico corte del puente el 27 de mayo por parte del Bloque Piquetero, con el Polo Obrero a la cabeza, en la Semana Federal confluimos con los paros de UPCP y prácticamente todos los gremios en una marcha impresionante de unas 5.000 personas. Aurelio Díaz fue orador en los actos masivos de los estatales. Está planteada una asamblea general obrera y piquetera, a partir de las reuniones que se están desarrollando de las organizaciones piqueteras con la CGT.
El fenómeno de la unidad obrera-piquetera tuvo expresión en todo el país. En Rosario, un acto masivo, de más de 2.000 personas, en una tribuna con ATE y las flamantes conducciones de Amsafe Rosario y San Lorenzo. Otro tanto en Córdoba, con Vialidad, Adiuc (docentes universitarios) y Clínica Junín, en una movilización donde el movimiento piquetero retornó a su mayor masividad (3.000 personas, según La Voz del Interior del 19/6). Desde allí denunciamos la entregada de la lucha por los 250 pesos al básico, por parte de la burocracia sindical, que arregló por 150 pesos en negro.
En San Pedro, Jujuy, una pueblada de 4.000 personas, en unidad con el Soemi municipal y el poderoso movimiento piquetero de la localidad, a la que acompañó buena parte del pueblo, derrotó una ordenanza antipiquetera, que prohibía piquetes, cortes, toma de intendencia y quema de gomas “contaminantes”. La derogación por el mismo Concejo Deliberante, que la había aprobado una semana antes, abrió una crisis política y la posible caída del intendente. Algo similar ocurrió con el Código de Convivencia de la Ciudad de Buenos Aires, al fracasar por segunda vez su tratamiento, en medio de una movilización piquetera, asambleas populares y otras organizaciones.
El movimiento piquetero fue, en la Semana Federal, la amalgama de las innumerables luchas obreras que atraviesan el país y el puente a una salida de conjunto, esto por medio de reivindicaciones que enfrentan la política del gobierno y a la presencia de sindicatos regionales, seccionales, autoconvocatorias y hasta flamantes direcciones como las de Amsafe Rosario y San Lorenzo, contrastó con la ausencia de las centrales obreras y volvió a poner al descubierto la proyección histórica del movimiento piquetero.
La polémica desatada por el gobierno y los medios de comunicación acerca de la toma de algunos locales Mc Donalds por parte del Mijd pretendió escamotear la información de la enorme movilización que produjo la Semana Federal.
El movimiento piquetero sale fortalecido de la Semana Federal, para exigir la atención a sus reivindicaciones: jornada de seis horas; nulidad de la leyes de flexibilidad laboral, sale al cruce del estallido del índice de desocupación en 19,5%; aumento a 350 pesos en los planes y la universalización de su otorgamiento. Además, la reestatización de las privatizadas bajo gestión obrera y anulación del tarifazo.
La Semana Federal puso a la clase obrera en la escena política nacional de la mano del movimiento piquetero.