Políticas

10/5/2012|1221

La Comuna 13 o la cuestión política de las comunas

Raúl (Ramón), Círculo Belgrano

En los consejos consultivos comunales reina la incertidumbre. ¿Para qué están y para qué sirven? Lo mismo vale para las comunas, que son un refugio de los punteros desalojados del viejo Concejo Deliberante. Se les transfieren los servicios con su presupuesto y están habilitados para generar proyectos de todo tipo, en especial del área inmobiliaria. Los consejos consultivos comunales fueron concebidos para las llamadas ‘fuerzas vivas' (cámaras de comercio, construcción, Iglesia, comisarías). Pero la quiebra del bipartidismo, a partir de 2001, dejó al garete a un tendal de punteros en busca de ocupación. En la Comuna 13, el presidente Gustavo Acevedo, del PRO, viene de la línea de Raúl Padró (PJ), con quien rompió de la mano de Santilli (ex menemista). Este sector peronista que está con Macri, a nivel nacional está con los K; el burócrata del Suterh local juega en la comuna para el PRO y en lo nacional con el gobierno. En la sede del Suterh se realizan las reuniones de la mesa de seguridad que impulsa Garré para competir con los foros del macrismo. Esta patota actuó contra los vecinos autoconvocados durante el proceso de formación de las comunas.


Esta ambigüedad se observa en la exigencia de los mismos presidentes (punteros) del PRO al gobierno de la Ciudad, para que transfiera servicios con su presupuesto, algo inaceptable para Macri. Como la mayoría de los contratos empiezan a vencer, y en año y medio caducan casi todos, se adelanta la puja por presupuesto de 2013 en los consejos consultivos comunales. Nos acercamos a una crisis en el gobierno. El control de los consejos permite pujar con el gobierno porteño. En la mayoría de los casos, las comunas son concurrentes o tienen competencia con las políticas centrales. La junta comunal es la primera en tener que deslindar responsabilidades de lo que ocurre en la ciudad, porque es una forma de gobierno que está en la constitución local. Macri se resignó a convocar a elecciones de comunas cuando la Justicia lo intimó con una amenaza de juicio político.


El kichnerismo se lanzó con todo a copar los consejos, porque si bien el macrismo ganó con el 60% de los votos, carece de mayoría en los consejos. En la Comuna 13, donde recogió la votación más alta, se encuentra en minoría.


La sanción del reglamento de las comunas es crucial para su manejo, pero ellas no podrán prescindir de las comisiones, que se encargan primero de trabajar los problemas de la comuna. Por ejemplo, en la Comuna 13 se formaron varias comisiones, entre ellas la de educación, en la cual participan las autoridades de los establecimientos escolares, que deben interactuar con los consejeros. Las reuniones por el tema de cierre de secciones se realizan en los colegios, en las cuales participamos como consejeros, junto a padres y cooperadores. En un secundario de la zona participamos en una reunión con 30 docentes, que conocían nuestra condición de representantes del Partido Obrero. Si esto se multiplicara podríamos desarrollar nuestra impronta. No tenemos que esperar a que se formen las comisiones, las formamos nosotros y caminamos con quien quiera acompañarnos. Cuanta más gente participa, más difícil es atenazar a los consejos.


El gobierno de Macri se ve forzado a limitar el funcionamiento de las comunas; las trata como si fueran una dependencia de una secretaría. La oficina de descentralización, que comanda Machiavelli, se reúne con los presidentes de las comunas.


Las comunas tienen un futuro incierto, ya que los aparatos se van a empeñar en que no tengan desarrollo. Enfrentan una resistencia de los sectores independientes con el apoyo tibio de algunos partidos. Las comunas pueden ser una herramienta más para organizar a los trabajadores y a la población, en defensa de sus intereses y de la calidad de vida, que es avasallada por los negociados. Así como nos metimos por los cierres de cursos, nos tenemos que meter por los problemas de la comuna.