La corrupción brota sin cesar

Dos hechos han conmocionado el ambiente político.


Uno, la denuncia de Lobo Aragón, ex ministro de Seguridad del gobierno de Ortega, dirigente de uno de los partidos acoplados con Alperovich, que denunció que el ministro de Gobierno le había dicho que en la sección III los resultados ya estaban arreglados.


La denuncia se sustenta en la falta de control en la sección III, donde sólo se presentan listas acopladas al oficialismo.


La denuncia de Lobo Aragón simplemente refleja la tensión existente entre las fuerzas acopladas al gobierno, que se ven obligadas a realizar campaña a favor de Alperovich, sin que Alperovich haga campaña por ninguno de ellos.


Dos, un asalto en un restaurante ubicado a escasas cuadras del domicilio de Alperovich donde cenaban varios funcionario de la Intendencia de Tafí del Valle. Los aparentes ladrones al huir se llevan el auto de secretario del intendente. Cuando la policía da con el auto se encuentra con 60.000 dólares, 8.000 pesos, armas y municiones. El tema ha dado lugar a una investigación y a numerosas versiones, pero la evidencia de la corrupción ha impactado en el humor popular. El descubrimiento del auto sería parte de la lucha entre diversas camarillas del oficialismo. El gobierno no ha podido homogeneizar ningún reagrupamiento político, sino que amontona adhesiones.


En este escenario están creciendo los reclamos obreros y populares, que pasan por encima de las burocracias.