La cuestión palestina es “muy compleja”
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Cuando Israel masacró a la población de Gaza con bombardeos sistemáticos, hace cuatro años, varios escritores ‘progres’, en especial los que componen Carta Abierta, incluidos los que se abrigan en el Centro de la Cooperación, kirchnero-stalinistas, reaccionaron contra la condena a la atrocidad del sionismo con el argumento de que la cuestión árabe-israelí era “muy compleja” para permitir “definiciones simplistas”. La mascarada se repitió la semana pasada, cuando la Biblioteca Nacional de los K desbandó la convocatoria a un “tribunal ético a la ocupación y colonización por Israel en Palestina”. El acto, organizado por el comité de solidaridad con el pueblo palestino, iba a contar con la participación de Adolfo Pérez Esquivel y varios abogados de derechos humanos, junto a dirigentes kirchneristas como Lito Borello o Luis D’Elía. El presidente de la Daia, Aldo Donzis, informó a los medios que “se había conectado con la Secretaría de Cultura, donde le habían asegurado que el evento no se haría” (Clarín, 25/10). Lo que sí hizo esa secretaría fue un evento artístico en la Unión Ferroviaria, que tuvo lugar en la víspera del aniversario del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra. El director de la biblioteca, Horacio González, señaló, en un comunicado, que el reclamo de suspensión es “comprensible por la complejidad (sic) de la cuestión del Medio Oriente”. De acuerdo con esto, en el caso de la masacre de la identidad nacional palestina, es válido lo de los ‘dos demonios’. Otra preocupación de González es “(no) afectar la convivencia colectiva”. Viniendo de un teórico del conflicto, este eufemismo es más que una bancarrota ideológica. Se impuso una proscripción, reclamada por un líder del sionismo local. En el camino quedó otro latiguillo oficial: “La recuperación de la soberanía”.
Luis D’Elía aceptó sin chistar.