Políticas

16/7/2009|1091

La cultura de Córdoba se mueve

El 6 de julio, aniversario de la fundación de la ciudad de Córdoba, el acto oficial se vio un tanto modificado en su programa. A la banda de la policía y los trajes con corbata de autoridades y funcionarios, se les opusieron los músicos del MUCC (Músicos Unidos de Córdoba), las narices de payaso de la AAA (Asociación Argentina de Actores), la Juventud de Actores, además de grupos murgueros y escritores simpatizantes de la SEA (Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina). La manifestación (unos 150 representantes de las artes y la literatura de Córdoba) querían, en principio, realizar una Performance de la Quietud, para simbolizar el parate y vaciamiento de la política cultural del Estado en la ciudad de Córdoba.

Vaciamiento que incluye deudas impagas con los artistas (becarios, jurados, etcétera); suspensión de la aplicación de las ordenanzas del Fondo Estímulo de Cultura de la Municipalidad para con los actores, músicos y escritores, de programas como Teatrés y 100 Horas de Teatro; un código de espectáculos públicos que, de hecho, prohíbe la actuación en bares y otros sitios de espectáculos; el cierre de los locales de la Municipalidad y la no reconstrucción del Teatro Comedia (incendiado durante la intendencia de Luis Juez); la inexistencia de programas de trabajo en los barrios y de premios literarios (tanto de la Municipalidad como de la provincia) y muchos rubros más, que convierten en un desierto inmóvil a las expresiones culturales… salvo las que se cobran por Tarjeta Naranja o Ticketec.
La administración de los espectáculos que se muestran con estos sistemas de pago es, principalmente, de los empresarios Bugliotti y Ratazzi, amigos de Schiaretti, Giaccomino, Juez, la Fiat y… las empresas constructoras. Punto.

Pero la quietud terminó convirtiéndose en una movidita protesta, pues la policía se puso a perseguir a los manifestantes para que no ingresaran al acto oficial. Al fin, el viceintendente, Carlos Vicente, debió concederles una audiencia. Están previstas nuevas manifestaciones para reclamar al Estado que declare “situación de emergencia en la cultura”, que la Municipalidad aclare en qué gastó los 3 millones de pesos de su presupuesto de este año, que se reforme el Código de Espectáculos públicos y que se deje de considerar “proveedores del Estado” a quienes somos, en realidad, trabajadores de la cultura.

Para ello, un incipiente movimiento formado por gremios de artistas (AAA, MUCC), de artesanos (Udaic), cineastas (Doca), grupos de murga y de escritores se plantea llevar adelante una denodada lucha por la recuperación de la cultura de Córdoba (la “docta”, hace muuuuuuuuucho…).

Eugenia Cabral