Políticas

18/2/2018

La DEA en Misiones, nuevo capítulo de la injerencia militar imperialista en el país

Los acuerdos de Bullrich con la agencia norteamericana. La complicidad de los gobernadores. La cesión de la soberanía nacional.

Patricia Bullrich, luego de su última visita a los Estados Unidos, anunció la creación de una “Task Force”, un grupo especial de tareas, de la DEA (la agencia de la CIA norteamericana encargada del control del narcotráfico) en Misiones, junto a las fuerzas locales y federales. Según Télam, la ministra sostuvo que esta Task Force tendrá “capacidad de intervenir en el Noreste Argentino para evitar el ingreso de estupefacientes al país” (8/2). Según Clarín, el grupo también tendrá capacidad de “controlar el terrorismo” (Clarín, 9/2).


El acuerdo para la instalación de la DEA es el producto de la colaboración del macrismo con el gobierno de la provincia de Misiones. El ministro de Gobierno provincial, Marcelo Pérez, celebró la decisión de Macri y el gobierno norteamericano diciendo que es producto de que el gobernador Hugo Passalacqua es “un mimado” de Macri y reivindicó que la iniciativa partió del gobierno provincial (Misiones Online, 10/2, entrevista en Radio Libertad). Con respecto a las tareas de la DEA, sostuvo que se dedicará a “capacitar” agentes, para justificar el hecho de que no se trata de una base, que requeriría, según el mismo Pérez reconoce, autorización del Congreso.


Sin embargo, preguntado sobre quien estará políticamente a cargo del grupo, el ministro sostuvo que será “una fuerza autónoma” con lo cual reconoció que funcionará bajo control directo del gobierno norteamericano. Sean agentes norteamericanos o argentinos, el control será de la DEA. Se tratará, por lo tanto, de una fuerza de intervención yanqui volcada al control de las fronteras, con capacidad de acción en el terreno. La cesión del control de las fronteras al imperialismo es una entrega de soberanía nacional de gran alcance, además de ser inconstitucional. Lo esencial del acuerdo es secreto. Los términos, atribuciones, el marco legal de la acción de la DEA no se ha dado a conocer. El Ministerio de Seguridad debe hacer públicos los acuerdos secretos firmados para la instalación de la “Task Force”.


El narcotráfico


Si se trata de controlar el narcotráfico en la frontera, Macri debería comenzar por revisar la política de sus gobiernos provinciales aliados. El año pasado, estalló la red de tráfico de marihuana capitaneada por el intendente de Itatí, bajo las narices del radical Ricardo Colombi. En Formosa, varios incidentes pusieron de manifiesto la relación entre funcionarios provinciales y el ingreso de la droga (en 2016, fue descubierto un funcionario en una camioneta del Ministerio de Economía de la provincia transportando 50kg de cocaína, Infobae, 20/2/2016).


El “control de las fronteras” de cuya eficiencia se jacta la DEA ha fracasado en los Estados Unidos, donde se propone construir un muro para frenar el ingreso de los inmigrantes pero los negociados narcos florecen a ambos lados de la frontera, algo que no podría realizarse sin complicidades en el aparato estatal. El dinero del narcotráfico se lava en bancos y casinos que actúan abiertamente. El negocio de la droga está entrelazado con los intereses empresariales y los estados en todos los niveles.


Intervención


En realidad, la presencia de los norteamericanos tiene que ver con el intento de reforzar el control político y la injerencia militar del imperialismo en la zona, de alcance regional. Del lado paraguayo, el gobierno pro imperialista de Horacio Cartes, heredero del golpista Federico Franco, intentó avanzar con un “convenio de colaboración” para la presencia de ingenieros militares norteamericanos en la Hidrovía Paraguay Paraná. La medida en su momento fue cuestionada incluso por el gobierno de Macri y el propio congreso paraguayo. Los antecedentes de Cartes, investigado e incluso infiltrado por la DEA por estar vinculado al narcotráfico y el lavado de dinero, no impidieron, por supuesto, que Estados Unidos aceptara el convenio (ver el cable de la CIA sobre la investigación a Cartes en https://www.wikileaks.org/plusd/cables/10BUENOSAIRES5_a.html). La penetración tiene un alcance regional y, como se ve, no tiene nada que ver con el combate al narcotráfico.


En la Argentina, esta colaboración tampoco se reduce al macrismo. El gobierno de Juan Manuel Urtubey ya tiene sus propios convenios de colaboración con la DEA. Bajo el kirchnerismo, Jorge Capitanich planificó la instalación de bases militares norteamericanas en el Chaco, que fueron desarticuladas por la movilización popular. En Tucumán, la policía del ex gobernador José Alperovich llevó adelante amplios convenios de colaboración con el Mossad (Israel). La policía formada en esa escuela fue un pilar del encubrimiento del secuestro de Marita Verón y el crimen de Paulina Lebbos.


El vínculo de las fuerzas de seguridad y espionaje “nacionales” con los servicios extranjeros es orgánico y fue incluso reforzado bajo el kirchnerismo: el ejemplo más claro fue la colaboración entre la CIA y el fiscal Alberto Nisman, impulsada por los gobiernos kirchneristas hasta la crisis producto del memorándum con Irán. También bajo el kirchnerismo, se instalaron bases chinas sobre la base de acuerdos secretos en la provincia de Neuquen (Infobae, 17/2/2017). Estas bases fueron ratificadas luego por Macri.


Pongamos en pie una campaña contra la instalación de la DEA en Misiones y contra el despliegue militar imperialista en todo el país.