Políticas

22/5/2003|801

La delimitación con IU

Compañeros: Quiero expresar mi opinión sobre un aspecto del balance electoral. La cuestión del frente con Izquierda Unida.


En un artículo de Jorge Altamira se menciona que uno de los principales problemas políticos que tuvimos fue que no pudimos diferenciarnos de Izquierda Unida.


En este aspecto del balance tendríamos que señalar lo que fue una política correcta y lo que posteriormente se convirtió, a mi entender, en un error político del partido.


Me parece que fue correcta la política del partido de luchar por construir una herramienta política que expresara de alguna manera la rebelión popular desatada año y medio atrás para dar la batalla en el terreno electoral. Y fue correcta a pesar de que el terreno electoral lo maneja la burguesía, pero a la luz de la situación objetiva, era obligación de los revolucionarios intervenir. Esto se desprendía de la imposibilidad de imponer una Constituyente con poder por dos razones fundamentales: el reflujo de la lucha popular de los últimos meses y la capacidad de la fracción duhaldista de controlar la situación política con la complicidad de la burocracia sindical de todos los pelajes.


Lamentablemente, la mayoría de las organizaciones y sectores populares en lucha demostraron no estar maduros para abordar la pelea en el terreno electoral y se lo regalaron a la burguesía con un abstencionismo completamente impotente.


El error político fue pretender reemplazar esa genuina herramienta frentista que no prosperó, con un acuerdo meramente electoral con una organización profundamente adaptada al régimen como es Izquierda Unida.


En aras de lograr este acuerdo se echó por la borda toda la caracterización que se tenía de esta corriente, que jugó un papel nefasto desde el Argentinazo hasta la fecha (para no ir más atrás), que fue corriendo detrás de la pequeño burguesía zamorista en busca de preferencias electorales cuando el país se prendía fuego y, después de la masacre del Puente Pueyrredón, se montó en la estrategia del gobierno de salir de la crisis por los mecanismos de la “democracia”.


El aparateo a las asambleas populares y la negativa a hacerlas confluir con el movimiento piquetero, el boicot del Mst a las Asambleas Nacionales de Trabajadores, el apoyo del Pc al Frenapo y su programa antiobrero, los intentos de montar un frente propatronal con Alicia Castro y otros sectores patronales, y el innegable apoyo de la patronal bancaria del Crediccop, son algunos de los elementos que parece que no se tuvieron en cuenta a la hora de ir a proponerles un acuerdo electoral, así como tampoco parece haberse tenido en cuenta el lógico rechazo de Izquierda Unida a nuestra propuesta (es realmente ingenuo desconocer que para estos partidos adaptados al régimen – Pc y Mst- el Partido Obrero representa un enemigo a destruir).


Si después de haber creído seriamente y de haber sembrado expectativas en que podíamos llegar a un acuerdo electoral con IU, y haber pretendido que de alguna manera reemplazaríamos con esto la falta de una expresión política electoral genuina del Argentinazo, nos “desayunamos” con que IU nos dice amablemente que “NO”, por supuesto que se nos va a hacer difícil (diría imposible) salir a explicar que nosotros somos distintos, que nosotros queremos la unidad y ellos no, que a ellos los banca el Credicoop y a nosotros no, etc., etc., etc.


Creo que tendríamos que haber salido de entrada a delimitarnos políticamente de todas las corrientes claudicantes y haber mostrado al partido como la verdadera expresión política del Argentinazo, esto nos hubiera diferenciado claramente de IU y nos hubiese evitado pasar por la frustración de no haber realizado un frente irrealizable.