Estimados compañeros:

Cuando un organismo entra en descomposición, o directamente muere, disemina la putrefacción. Tal es el caso, por ejemplo, de las garrapatas que, cuando mueren aplastadas, desperdigan sus “huevos” por doquier.

El PCR-PTP, como todavía no coloca huevos, prefiere los improperios contra las organizaciones que han decidido combatir a este gobierno. Así, pues, en Hoy Nº 995, se denuncian el “oportunismo y las mentiras del Partido Obrero” en Tucumán.

Ofuscados porque no aceptamos contar 5.000 personas de más en la marcha de la CCC (hubo 2.000, las 7.000 sólo estuvieron en el periódico del PTP) y “tildamos” a la CCC de kirchnerista; no han hecho, sin embargo, ningún comentario sobre la actitud de su mayor referente, Alderete, quien aprovecha cualquier micrófono que se cruce para alabar a Kirchner. Ejemplo más próximo: La Nación, martes 13 de enero (este dato puede quedar desactualizado en cualquier momento).

Pretendiendo colocar una cereza al postre, el PTP termina de embarrarse en su propia podredumbre: hacen referencia a 200 personas (nuevamente la matemática les juega una mala pasada, o quizá un error de imprenta haya colocado un “0” de más a esa cifra) que se habrían ido del Polo Obrero por estar en desacuerdo con nuestra política electoral.

Nuevamente, la realidad difiere de lo expresado en el periódico del PCR; este grupo no se “fue” del Polo Obrero, sino que fue expulsado por manejos irregulares con los fondos del barrio. Que ahora se “organicen” con la CCC significa que los dirigentes de esta corriente, no conformes con el estrepitoso decrecimiento que están sufriendo a nivel nacional y general, están incorporando enzimas que aceleren este proceso de putrefacción. Párrafo aparte merece la insistencia de toda la dirigencia de la CCC en atacar la lucha del Mijd, no sólo por medio de su periódico, sino por televisión y los diarios (pero en su conflictiva lógica, esto no los convierte en serviles a la derecha).

Aunque para el PCR-PTP, la foto de Kirchner con la gorrita de la CCC sea una expresión de la combatividad del Presidente, la realidad política y los luchadores concientes son menos delirantes: “La verdad estuvo en la Plaza” de la ANT.