Políticas

28/12/2020

DISPUTA Y RUPTURA

La disputa por el PJ bonaerense desata la crisis del oficialismo en Lomas de Zamora

El pacto entre Martín Insaurralde y Máximo Kirchner provocó la ruptura del ex Jefe de Gabinete y N°2 del intendente lomense.

Viñuales, Otermín e Insaurralde.

Las tratativas por ungir al dirigente camporista Máximo Kirchner en la presidencia de PJ bonaerense no están exentas de crisis políticas, sino más bien todo lo contrario. En Lomas de Zamora, se quebró el frente del intendente Martín Insaurralde y su supuesto sucesor Guillermo Viñuales, debido al pacto sellado entre el primero y el aspirante al trono del PJ.

Por estos días, Insaurralde es quien encabeza, entre los mandatarios municipales, las intenciones del kirchnerismo de hacerse de la dirección del PJ bonaerense, intentando traccionar el apoyo de sus pares de la tercera sección electoral, con fuerte peso histórico de los Barones del Conurbano y una incidencia más que significativa en el caudal de votos para torcer una elección.

Se trata del mismo Insaurralde que en pleno gobierno macrista articuló el espacio conocido como Grupo Esmeralda, con el propósito de constituir un lugar de “diálogo” entre los intendentes y la gobernadora María Eugenia Vidal.

La prenda de unidad entre ambos interlocutores sería la promoción de Federico Otermín, actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires y hombre de Insaurralde, como futura renovación del Ejecutivo municipal, sin conocerse aún la letra chica del acuerdo ni las pretensiones del intendente lomense para el 2021.

Otermín, de actual vocación kirchnerista, adquirió cierto protagonismo por fuera del mundillo de la Legislatura bonaerense, cuando en 2017 garantizó el quórum del macrismo para votar la  reforma jubilatoria contra los trabajadores del Banco Provincia.

Este pacto hirió de muerte las expectativas del ex jefe de Gabinete de Insaurralde, Guillermo Viñuales, quien maneja parte importante del aparato del PJ lomense y varios de los resortes del ejecutivo municipal, los cuales ahora son motivo de disputa con Insaurralde.

Entre sus declaraciones destacó: “Martín decidió generar un acuerdo político con Máximo Kirchner y con La Cámpora, que es un sector importante del Frente de Todos, pero no mayoritario”. De esta manera, Viñuales abrió el mercado de pases del peronismo a Cambiemos, más propiamente al sector larretista, y desde el PJ local temen una fuga de dirigentes a la oposición.

Afiches apócrifos de Macri junto a Viñuales.

Para evitarlo, desde el oficialismo lanzaron una costosa campaña de afiches apócrifos con la intención de ensuciar la imagen de su exaliado, vinculándolo directamente al macrismo. Más allá de la disputa al interior del PJ lomense, está claro la endeblez ideológica y política de los candidatos patronales: carreristas que se ponen y sacan la camiseta de cualquier equipo según las circunstancias y la coyuntura política.

La Cámpora se estaría metiendo en el terreno histórico de los Barones del Conurbano, donde pesa el control del territorio y el aparato de punteros en los barrios pobres más concentrados de la provincia. El pacto entre Insaurralde y Máximo Kirchner sirve solo a los fines del primero a cambio de una mayor intrusión de La Cámpora en el armado local, relegando de su lugar a los peronistas “históricos”.

Es el mismo sabor amargo que se siente en los paladares del PJ bonaerense por estos momentos, cuando la imposición de un elemento “externo” al aparato del PJ y por fuera de los intendentes del Conurbano dejaría en manos del kirchnerismo duro el control y la supervisión del armado de las listas para el 2021, haya o no Paso.

Está claro que el desenlace lomense es una de tantas crisis que deberá atravesar el camporismo y sus aliados en su pretensión de hacerse con el botín del PJ bonaerense: una pelea cuya resolución no implica ningún beneficio para el pueblo trabajador.