La dolarización de Milei, una estafa a los trabajadores
No resuelve la inflación, pero sí liquida los salarios.
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Dolarización
Javier Milei dice que para terminar con la inflación hay que dolarizar la economía argentina, lo que significa eliminar el peso y reemplazarlo directamente por el dólar. Para los trabajadores, esto sería una estafa.
En primer lugar, en los propios Estados Unidos hay una inflación que está pulverizando los salarios y desatando huelgas. Con todo, la diferencia sería que allí hay un banco central (la FED) que define su política monetaria para intervenir frente al problema (suba de tasas de interés, restricción de la emisión), algo de lo que carecería Argentina ya que dependería de una moneda sobre la cual no tiene ninguna injerencia.
De esta forma, el país queda supeditado al imperialismo yanqui y se desabastece de herramientas para defenderse de cualquier shock externo. Sería una vuelta de tuerca más en lo que sufrimos hoy, con un gobierno que aplica la política que le dicta desde Washington el FMI, y que no hace más que acelerar la inflación mientras descarga el ajuste sobre los laburantes.
A su vez, como su palabra lo indica, para dolarizar se necesitan dólares. Harían falta divisas para que reemplacen la base monetaria y para guardar un fondo prudencial como salvaguarda del sistema de pagos. Pero todos sabemos que el Banco Central tiene en rojo su nivel de reservas, por eso el puntapié inicial de una dolarización sería una devaluación de enorme magnitud, lo que aumentaría exponencialmente los precios y hundiría los salarios: una hiperinflación.
Para suplir la falta de dólares se recurriría a préstamos extranjeros, pero actualmente para acceder a un crédito internacional habría que pagar tasas de interés descomunales, e incluso en el caso de las deudas contraídas con el FMI y los organismos multilaterales están atadas a las tasas de referencia que están en alza. Es lo que hicieron para sostener el uno a uno de Domingo Cavallo, por lo que el final del mandato de Menem la deuda externa había aumentado más de un 250%, para terminar con el default del 2001.
La otra fuente para conseguir dólares serían las privatizaciones, como también pasó en los ’90 dejando una enorme secuela de despidos y fomentando parasitismo empresarial en la gestión privada de los servicios públicos como la electricidad, el agua y el gas que hasta hoy pagamos con tarifazos; por no hablar del vaciamiento de YPF. Como sea no son muchos los activos que quedan por rematar, y la mira se posaría probablemente en la privatización del sistema previsional.
Además si Argentina dolarizase su economía crearía una moneda artificial, porque la productividad del trabajo en el país no permite asimilar su moneda nacional al dólar. Esto llevaría a un incremento de los costos y a una menor competitividad en el mercado mundial, que terminaría en la eliminación de cualquier vestigio de industrialización del país. Ya lo vimos, otra vez, con la convertibilidad de Menem-Cavallo donde Argentina pasó a ser un importador de mercancías que antes eran producidas acá.
La propuesta de Milei solo podría beneficiar a las multinacionales y grandes capitalistas, porque dolarizaría las tarifas de los servicios, los precios de combustibles, y hasta de la carne y el pan, pero con salarios calculados en centavos de dólar.
https://prensaobrera.com/politicas/dolar-coldplay-o-shows-mas-caros-otra-improvisacion-cambiaria-del-gobierno