Políticas

13/9/2021

La elección de Milei, el supuesto “antisistema”

Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza, logró el tercer lugar en las Paso de la Ciudad de Buenos Aires con el 13,6%. Con invocaciones contra la “casta política”, canalizó parcialmente por derecha el malestar con el régimen político, y en especial con un gobierno nacional desacreditado. Su socio bonaerense, José Luis Espert, no tuvo la misma suerte, ya que terminó por debajo del 5%. En ese distrito, la tercera ubicación fue para el Frente de Izquierda – Unidad. De conjunto, la votación del FIT-U supera a nivel nacional la de este espacio derechista.

La candidatura de Milei disfrutó de una gran promoción por parte de grandes medios de comunicación, que incluso señalaron luego que fue la revelación de las Paso.

En el discurso que dio en su bunker de campaña el domingo, Milei sostuvo que “el liberalismo se llevó el 25% de los votos por lo menos” en la Capital Federal, en un guiño a Ricardo López Murphy, cuya lista -que participó de la interna de Juntos por el Cambio- obtuvo el 10%. Pero el así apodado “bulldog” es cualquier cosa menos una cara nueva de la política: fue ministro de economía de Fernando De la Rúa en marzo de 2001, y tuvo que renunciar a su cargo por el repudio que produjo su intento de reducir el presupuesto educativo. Posteriormente fue candidato a senador por el PRO en 2005 en la Capital Federal.

Tras las Paso, el “liberal” de Juntos por el Cambio propuso llevar a cabo “las reformas que la Argentina necesita” (Clarín, 13/9). No lo explicita, pero se refiere a la agenda que la clase capitalista ha instalado en la campaña por boca de distintos referentes políticos: una reforma laboral que precarice aún más a los trabajadores (recordemos que Espert y Horacio Rodríguez Larreta hablaron de eliminar la indemnización por despido) y una reforma impositiva que disminuya los impuestos al gran capital. Esta es también la agenda de Milei, cuya concepción de la libertad se reduce a la potestad de los grandes empresarios para explotar sin traba alguna a los trabajadores.

López Murphy no es el único referente de Cambiemos que le simpatiza al candidato libertario. En el mes de marzo, tuvo una “cena secreta” con Patricia Bullrich, según reveló Perfil (9/3), tras haber compartido ambos la movilización anti-cuarentena del 27F. El amigo en común que posibilitó el encuentro, que según el medio ya mencionado resultó cordial, se llama Marcelo Peretta, dirigente del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, conocido por salir en los medios a relativizar la importancia de las vacunas y atacar las medidas de aislamiento social, y a quien no le disgusta ser llamado la “pata sindical del PRO”.

Tras la elección, el economista se abrazó con Bullrich en un estudio de televisión y la líder del PRO lo calificó como “un fenómeno interesante” en declaraciones radiales. En cambio, previamente, Milei había atacado al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta como un “blando” y una “paloma”, en referencia a sus vínculos con el gobierno nacional, con lo cual aparece también jugando en la interna opositora.

Cuando el discípulo de Friedman fue consultado en la conferencia de prensa que también dio el domingo sobre si haría acuerdos con los sectores “duros” de Juntos por el Cambio en los próximos años, no lo descartó. Simplemente salió del paso diciendo que “aquellos que decidan abrazar las ideas de la libertad tenemos mucho en común” (apostilla: habla de libertad pero lleva en sus listas a defensores de la dictadura militar).

Quienes votan por Milei con la esperanza de golpear a la “casta política”, deben tener presente estos vasos comunicantes. Gabriel Solano, candidato a legislador por el Frente de Izquierda – Unidad, ha advertido que los legisladores que consagren los “libertarios” en noviembre pueden terminar, inclusive, apoyando los proyectos del actual jefe de gobierno, el “blando” Rodríguez Larreta.

El seguidor de la escuela austríaca también señaló en su conferencia de prensa que “nos metimos en el barro para barrer con el statu quo”, lo cual es una gran mentira. No solo por su afinidad con sectores de Juntos por el Cambio, sino sobre todo por su acérrima defensa del régimen social imperante. La condición de hombre del establishment del candidato “libertario” se revela en que es un ejecutivo de la Corporación América, liderada por Eduardo Eurnekian, titular de Aeropuertos 2000, quien fue nombrado en 2017 por la revista Forbes como el argentino más rico (y que, digamos de paso, hizo su fortuna a través de los vínculos con el Estado).

Milei solo propone llevar hasta las últimas consecuencias y sin anestesia una agenda de ataques contra las masas explotadas, en beneficio del capital. Alerta sobre el peligro de que la Argentina se transforme en la “villa miseria más grande del mundo”, pero son las políticas que él defiende las que nos pueden llevar a ese camino.

En la vereda exactamente opuesta se coloca el Frente de Izquierda – Unidad, planteando una salida a la crisis en función del interés de las masas trabajadoras, frente a aquellos que han gobernado las últimas décadas y han hundido el país.