Políticas

16/9/2021|1630

La elección del FIT-U en Salta

En la provincia se verificó también la tendencia nacional a un crecimiento de la izquierda, canalizado sobre todo por la votación al FIT-U que prácticamente duplica su votación en relación con las elecciones provinciales de hace un mes atrás, de 14.500 a 28.987 en toda la provincia. Del 4,67% (11.561) al 6,59% (17.576) en capital. Del 1,43 al 3,55% en Metán; del 1,54 en Güemes al 5,49%; del 2,21 al 3,54% en San Martín y del 0,85 al 3,55% en Anta.

A contramano de lo que pasó en casi todo el país, en Salta la interna del FIT-U la ganó la lista del MST, encabezada por la docente Andrea Villegas por 61% a 39% a la lista Unidad “A” del PO y el PTS, encabezada por Cristina Foffani.
Evidentemente han canalizado la mayor parte del crecimiento del voto al FIT-U, resultado que se repite con cierta homogeneidad en toda la provincia con independencia del desarrollo organizativo de ambas fuerzas. Obtuvieron este triunfo apoyándose en la ruptura provocada por el grupo sectario de Altamira hace dos años y en un planteo de “renovación” contra los dirigentes históricos del PO, aunque en esta elección no competían los dos que tienen mayor instalación en la provincia.

Además, seguramente canalizaron en mayor medida la simpatía de la población con la reciente lucha docente ya que hicieron eje en llevar “una docente al Congreso”. Es claro, como hemos explicado desde las páginas de Prensa Obrera, que la llamada renovación planteada por el MST es, en perspectiva, la liquidación del Frente de Izquierda como frente de independencia de clase en favor de un frente con las alas progresistas de los partidos burgueses, justamente la orientación que los llevó hasta hace dos años a combatir al Frente de Izquierda y hacer alianzas con sujetos como Luis Juez, que acaba de ser ganador de las elecciones cordobesas encabezando la lista que impulsó Patricia Bullrich.

El triunfo del MST es una explotación oportunista del impacto que sobre una parte del electorado tiene los ataques del gobierno a los dirigentes del PO, a los que les imputan ponerle un techo al desarrollo de la izquierda por una cuestión generacional o de reiteración de candidaturas. El MST hizo suyos estos argumentos eludiendo la cuestión central para un balance del desarrollo de la izquierda en Salta, que es su limitado desarrollo en el movimiento de masas.

Los límites hay que buscarlos en superar el desafío de un desarrollo de la izquierda revolucionaria como fuerza dirigente en las organizaciones de masas, de modo que los planteos revolucionarios no sean solo y eventualmente el canal de una votación sino que encarnen en una fuerza social capaz de llevarlos adelante.

Frente a este desafío, la campaña electoral desarrollada por el PO marca una enorme movilización política que incluyó, además de la capital, a ocho localidades del interior, un acto de cierre de campaña con más 500 compañeros, 450 fiscales que actuaron en toda la provincia y la formación de nuevos núcleos partidarios. Nuestra agitación electoral fue un gran trabajo de preparación política para enfrentar el ajuste que se viene, nuestros compañeros de Tribuna Docente jugaron un gran papel en la reciente huelga de la docencia autoconvocada que concentra todos los problemas de la nueva etapa. Superar el cepo de la burocracia sindical, organizar a los desorganizados para derrotar el ajuste y desarrollar una alternativa política de los trabajadores frente al fracaso de los gobiernos fondomonetaristas de las últimas décadas. Nos apoyamos en el crecimiento del FIT-U en Salta y en todo el país en favor de esta perspectiva.