Los resultados de las elecciones de Santa Fe arrojaron pocas novedades, a excepción de la votación del Frente de Izquierda. Luego de imponerse en las Paso por amplio margen, Pullaro, el candidato de radicales-macristas-“socialistas”, ratificó la amplia victoria ante un peronismo en retroceso y en estado de disolución tras un gobierno fracasado.

El FIT-U creció significativamente en comparación con las Paso y es la votación más grande que hicimos en Santa Fe desde la conformación misma del FIT. Esto, considerando todas las categorías, ya sean provinciales o nacionales, y las elecciones provinciales del 2011 donde solo se presentó el Partido Obrero. El 4,26% para gobernadora, redondeando 75 mil votos, es la elección provincial más alta que tuvo la izquierda revolucionaria en Santa Fe.

El 8,13% de Gabriela Meglio, del PO, para senadora del departamento Rosario, con 48.730 mil votos, es sencillamente enorme y muestra un sector más amplio del electorado dispuesto a apoyar a la izquierda, pero sin romper con el esquema polarizador instalado falazmente desde el poder.

Los resultados se agigantan considerando que veníamos de no superar el piso proscriptivo al cargo de gobernador en la última elección de 2019, con la candidatura de Octavio Crivaro del PTS. Cuatro años antes, en la elección general de 2015, donde también encabezó Crivaro para la gobernación, obtuvimos -redondeando- 45 mil votos en las generales, el 2,43% de los votos.

La elección del FIT-U es mayor en las grandes ciudades: 6,17% para gobernadora en la ciudad de Rosario y el 5,16% en la ciudad de Santa Fe. Un salto desde las Paso, donde obtuvimos el 3,7% y un 2,8%, respectivamente.

En San Lorenzo, María Silvia Remondino, del PO, obtuvo como candidata a senadora del departamento el 4,33%, que crece en la ciudad al 4,6%. En concejal Baigorria (PO) 3,1%; en intendente Bermúdez (PO) 2,67%; en concejal Bermúdez (PO) 2,84%; en concejal Beltrán (PTS-PO) 4,42%; en Villa Constitución, donde encabezan compañerxs del PTS, obtuvimos para concejal 3,15% e intendente 3%. En esa ciudad a gobernadora sacamos el 5,16%.

Campaña

El resultado impulsó a la izquierda que viene organizando las barriadas y la lucha por la recuperación de los sindicatos. El activismo acompañó nuestro planteo de darle un nuevo enfoque al Frente de Izquierda que lo entusiasmó. La actividad del Partido Obrero fue inmensa, recorriendo la provincia, los barrios más pobres, agitando las fábricas, los medios de comunicación y desenvolviendo un planteo integral contra el régimen narcosojero de Santa Fe, con la consigna “Fuera los políticos capitalistas, por un gobierno de los trabajadores”

La participación en el debate entre los cuatro candidatos a la gobernación fue un antes y después. Así lo registramos en las actividades callejeras, entre los periodistas, en los lugares de trabajo y estudio, que destacaron la capacidad de comunicar con claridad un planteo político desde el campo de la izquierda. Un periodista resumió la polémica como “Deiana contra todos”, mostrando a un Frente de Izquierda que impugna sin tapujos al conjunto del régimen político capitalista.

La denuncia del narco Estado santafesino, el planteo de reestatizar el Banco de Santa Fe y los puertos, el programa educativo histórico de Tribuna Docente, la denuncia de la precarización laboral en salud que impulsa el Estado y el llamado a retomar ahora la lucha por los derechos de las mujeres y diversidades y contra la depredación ambiental, mostraron una izquierda comprometida con los grandes problemas sociales y con un programa de salida.

Pullaro-Ciudad Futura y el decreto ley de la dictadura

La UCR aliada al macrismo ganó la provincia con más de un millón de votos (58,4%) una marca que no superaron ni Reutemann ni Binner, los dos gobernadores más votados de Santa Fe. Se explica en primer lugar por el balance lapidario del gobierno de Omar Perotti y del Frente de Todos, que perdió incluso la interna para intendente de Rosario a manos de Ciudad Futura. El llamado de Perotti a votar a Milei no alcanzó ni para morigerar la fuga de votos, pero sí mostró el nivel de descomposición en el que se encuentra el peronismo.

El resultado es parecido a la suma de los votos que sacaron el macrismo y el Frente Progresista en 2019, cuando fueron por separado, un saldo que pagó el Partido Socialista con la subordinación a un hombre que llama a votar a Patricia Bullrich y, en su defecto a Milei, para presidente. Es la disolución definitiva del Frente Progresista que dejó de existir como marca electoral en Santa Fe. La elección se ajusta al giro a la derecha nacional y Pullaro canalizó el voto a Milei, lo que también resalta nuestro progreso.

El papel de las iglesias evangélicas cobró un relieve inusitado, el punterismo clerical será un punto de apoyo para Pullaro, que ya se encomendó a Dios “para que lo ilumine en sus decisiones de gobierno”: no le alcanza con el Ejecutivo, la mayoría en la Cámara de Diputados y el control del Senado para gobernar. Con el eje puesto en materia de seguridad, la línea es reforzar a la Policía de Santa Fe, una promesa de blindarla para que controle el negocio narco en las calles. Una orientación que desenvolvió como ministro de Seguridad bajo la gestión de Lifschitz, desde donde operaba la protección judicial de policías ligados al gatillo fácil y al narcotráfico.

En Rosario, “Ciudad Futura”, que “no es ni de izquierda ni derecha”, perdió por escaso margen con Pablo Javkin y su gestión desastrosa. Ciudad Futura retrocedió en el concejo (de 5 a 4 concejales). Más de fondo, frente al ascenso de Milei y de los planteos fascistas, Ciudad Futura no pasó la prueba del electoralismo ramplón, mostrando ser un instrumento maleable a la caza de votos sin contenido (“Ciudad sin Miedo”).

Por último, nos pronunciamos por la derogación del decreto ley de la dictadura que estableció un doble piso proscriptivo para ingresar a la Cámara de Diputados, que siempre rechazamos y está siendo tema de disputa entre las fracciones del centroizquierda.

Nuestra responsabilidad

La elección le da lugar a una nueva referencia de la izquierda en Santa Fe. Nuestro planteo de unir a los trabajadores con la izquierda, a partir de un Congreso que reúna al activismo para debatir un programa de lucha y de gobierno, sigue estando vigente.

De inmediato, usaremos nuestra influencia para convocar a los sectores populares a luchar en defensa propia, para enfrentar el ajuste de Massa y el FMI y fortalecernos así para derrotar la agenda reaccionaria de los Milei y Pullaro.

El 14 de septiembre movilizaremos junto a las organizaciones sindicales combativas y la Unidad Piquetera por el trabajo, el salario y las jubilaciones, repudiando el acuerdo con el FMI que representa una sangría permanente del patrimonio nacional.

El 16, junto a los centros de estudiantes secundarios, saldremos a repudiar a Victoria Villarruel y su reivindicación del terrorismo de Estado, que apunta a reinstalar a las FF.AA. en la represión interna, con una Rosario que será usada de globo de ensayo, algo que también está en los planes de Bullrich.

El 28 de septiembre, impulsaremos el Pañuelazo en defensa del aborto legal, seguro y gratuito, señalando que la independencia política del movimiento de mujeres y diversidades es clave para luchar sin condicionamientos por nuestras demandas como trabajadoras.

A seguirla más que nunca. Por una salida obrera y socialista.

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